victoria rabín

victoria rabín



FRAG/MENTOS

La tantonta se arrodilla sobre los restos, la leche cuajada tanboba, los gestos irremediables cantando con todo en los barrios bajos de ciudades bajas, me hechizaba entrar en los boliches y cantar con los borrachos que me dedicaban chamamés, entrar en el monte y hacer el amor entre las espinas después correr para que me alcancen, huir, siempre que caminábamos fuera del pueblo él me apoyaba la mano en un seno y eso me producía una sensación la idiota, su dulzura de indio que no servía para nada aunque igual fuimos una tarde roja de sequía a un adivino de laringe metálica y su hija enorme, alguien sufre por ustedes, chismes, todo era triste y minúsculo, ¿qué es lo que quiero decir?
No hay expiación, no hay cansancio, no hay sabiduría ni ausencia de sabiduría, Archimboldo mi viejo y sus benditas cebollas y sus benditos espantajos de ensaladas, viejo muerto Archimboldo, ¿qué es el humor? Yo he visto a dos viejas en una feria y eran ridículas, la tantonta, siempre las veo desde hace años en la esquina de Austria y Juncal, hace años estoy tratando de reírme pero no logro evitar el horror, un trabuco verde para matarlas, tus cebollas, vos tenías la verdad Archimboldo archi-muerto, tomarías sol a las tres de la tarde con la angustia básica y la copita de cognac, yo no hablo en vano, yo tengo tu espantajo pegado con una chinche en tantas puertas (y escucharías las campanas de un iglesia como yo las escucho ahora), archimuerto Archimboldo tantonto también, la piel arrugada y rancia, olor a chivo, me das asco, me das risa piel verde arrugada como de tortuga vista en telescopio en tu copita de cognac.
¿Y mi amor, dónde está mi amor?, palotes en tiza celeste te dibujo, te destruyo, duermo en camas distintas, sobre diarios, no duermo noches enteras y hablo sola, , equilibrista de cabeza muerta de miedo, labio abombado, labio despegado para la sonrisa final; señores, aquí no ha pasado nada, sólo alguien que habla, habla solo y fuma o no fuma y mea o no mea y mira o no una puesta de sol, una ramita, los abuelos siempre dicen, qué importa, a quién le importa, una buena pipa, una buena borrachera, diez litros buen kerosene cuestan lo mismo que las Lettres de Guerre del buen Jaques Vaché, lo mismo que dos café con leche y medialunas al amanecer después de una noche entera despiertos haciendo o no el amor, hablando o no, o sí, se había hecho de mañana y los dos sabíamos y controlábamos y éramos bastante felices porque se había hecho de mañana, no había inocencia (por suerte), la conciencia es lo único que salva: adoradores de la conciencia brindemos con el viejo Archimboldo, un hombre que habla solo y fuma en una pipa a las tres de la tarde bajo un sol italiano, mi amor, dónde está, aquí, aquí está todo lo que no quiero decir.

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Te odio con un odio caliente como el dolor de Bessie Smith (Bessie Smith regalada, tornasol, despanzurrada de destino), a quien Van Gogh le dio sus dos orejas y le dijo: "te quiero como a mí mismo" y ella se balanceaba bajo la luz del alumbrado del único pueblo que hay en los desiertos de Connemara (justamente), los dos solos entre un viento de cow-boys, ella se desenroscaba y se balanceaba y el viento soplaba (él inmóvil con los brazos extendidos), y las hemorragias de los dos se unían y corrían hacía el arroyo Maldonado mientras cada uno parecía recomponer para siempre su única y solitaria vida.

4 comentarios:

fede dijo...
01:24
 

Hola Hugo. Excelente Blog. Te puedo preguntar la fuente del texto de Victoria Rabin? Gracias

Hola. La revista Opium de Buenos Aires Argentina. Había allí, en ese número, textos de Mariani, Marcelo Fox, Antonio Cisneros, Mulet, traducciones de Keroak, textos de Jack Spicer y un no tan largo etcétera. La tengo en casa. Saludos.

La foto es mía. Saludos.

fede dijo...
16:45
 

Muchas gracias. Vi que tuviste una clase de vinculo con ellos (con el grupo opium). tenes otras publicaciones de ellos? Estoy investigando... juntando... viendo que hicieron. Gracias