Juan-Jacobo Bajarlía: Palíndromos

Juan-Jacobo Bajarlía: Palíndromos

"A Bruto la turba bruta lo turba"

En una leyenda consignada por Jhon Batharly en el Infolio 7 (Warren, 1971), se dice literalmente que Iavé, en el instante de infundir vida en esa arcilla que se llamó Adán, pronunció una palabra cargada de magia: Aemeth, que significaba verdad.
Posteriormente Eleazar de Works concibió, en el año 1000, una fórmula para utilizar esta palabra en la creación de seres artificiales. Así fabricó el primer Golem, en cuya frente escribió la palabra Aemeth para infundirle movimiento y habla. Pero un día, temiendo la rebeldía del Golem, borró las dos primeras letras de la inscripción, y dejó el resto de la palabra: meth, es decir, muerte. Así murió el Golem.
Sin embargo, antes que esto sucediera, el Golem le propuso agregar a la palabra Aemeth otra más para formar una frase para que significara: regreso de la muerte para conocer la verdad.
Convencido, Eleazar de Works redactó la fórmula. Eran tres palabras que coincidían silábicamente. Podían leerse con idéntico significado de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Pero el creador del Golem, aterrorizado por las consecuencias que pudiera desatar la inscripción en la frente de su criatura, quemó la fórmula arrojándola al fuego. Fue el primer palíndromo de la historia que el pudor de un sabio nos impidió conocer.

La fascinación de un juego

A partir de ese intento sólo sabemos que León VI, emperador de Bizancio, inspirándose en los ángeles, concretó 27 palíndromos.
Juan Filloy, acosado por Pitágoras, retomó el desafío y alcanzó la cifra fabulosa de 6.000.
Edmund Carter, a su vez, en The Dark Man of the Palindromes (London Press. 1969), nos habla de un hombre prodigioso capaz de improvisar un palindromo con sólo dos palabras pronunciadas por el desafiante.
Daniel Samoilovich, por su parte, nos informa que Georges Perec creó un palíndromo de 5.000 palabras en Oulipo, La Littérature potentielle (gallimard, 1973).
Pero el juego, como decía Eléctides de Agrigento en el siglo III a.de J.C. según surge de la Caimeraquia (fr.19), es una instancia que lleva hacía el olvido y exige una exaltación prodigiosa para transfigurar el ser.
Es posible que este haya sido el pensamiento de Julio Cortázar al describir el insomnio de Alina Reyes en su cuento Lejana. Para poder dormir la protagonista recurre a esta ingeniosidad. Lucubra vocales y consonantes e intenta, por fin, los enigmas reversibles. Algunos son de Filloy: salta Lenin el atlas; amigo, no gima; demoníaco Caín, o me delata


Un nuevo creador

Se llama Carlos Nefarrete y es médico. Fue el creador del Factor A G y y de la Vacuna Cé. Y algo más que los futbolistas piden a gritos cuando son víctimas de un encontronazo en las canchas; el Algispray. Es un porteño de Colegiales, nacido en una fecha esotérica: el 7 del VII de 1917. Y además, séptimo hijo, por añadidura.
Estuvimos hablando en un bar de la Diagonal Norte: médico y problemista de ajedrez, con varios premios internacionales. Y también admirador de Juan Filloy. No creó tantos palíndromos como el novelista cordobés. Pero ensayó todas las variantes. He aquí algunos sobre temas de historia y mitología:

Con humor:

Ser o no se… Acá va la vaca: res o no res.
Oí dar alarido. ¿Lo dirá la radio?
Nota épica: ¡nací peatón!
Aída la cama… y ama cada día

Satíricos:

¡Ay! Oi o me desea ese demonio ya.
Zapata… bota…paz?
No. Elsa iba sola ¿Lo sabías, León?
Ella te dará detalle.
Más imitar a pavo, no va para ti Sam.

Musicales:

Así Mozart trazó misa.
Si era mal la nota, átona llamaréis.
La nota de oboe da tonal.

Seguimos en el bar. Navarrete tiene palíndromos de 32 palabras, incluso trabalenguas (a barro borra barro, borra barro borraba).
No nos olvidemos que también es pediatra y lleva el juego de los niños en la sangre, como esa transfiguración de la que hablaba Eléctides de Agrigento. Quizás por eso fue llamado para integrar el Club Internacional de Palindromistas que se constituyó en España.
Y algo para terminar, Navarrete, como el Oscuro de Edmundo Carter, también puede improvisar un palíndromo a partir de un apellido. El problema, según el, está a medio camino entre la inspiración y las "afinidades electivas".


2 comentarios:

Anónimo dijo...
06:25
 

Ni Nefarrete ni Navarrete (de ambas formas aparece aquí escrito) se apellida el doctor D. Carlos, sino Nafarrate. Yo ya conocía su obra palindrómica por aparecer en la página web de Víctor Carbajo (www.carbajo.net). Tiene allí publicados más de novecientos palíndromos. Como curiosidad diré que firmaba con el pseudónimo de Dr. Sever (revés, leído al revés). Yo también soy aficionado a la elaboración de palíndromos. Aquí expongo el último que he realizado. Se trata de lo que dije a mi amiga Ana cuando me impuse una buena dieta, pues goloso no soy:
?Ana, sané, ceno pero no sólo golosinas; alejelas, Ani, solo goloso no repone cena sana?.

Anónimo dijo...
20:02
 

SÉ VERLA AL REVÉS

Sé verla al revéS es el libro que conmemora el 20 aniversario del nacimiento del Club Palindrómico Internacional, que fue creado en 1987 por su actual presidente, el polifacético intelectual Josep M. Albaigès. Una veintena de palindromistas nos muestran su ingenio en una Selección Antológica que contiene más de 2.000 palíndromos.



Prólogo del gran enigmista Màrius Serra, Decálogo del Palíndromo, palíndromos ilustrados, partituras musicales palindrómicas, teoría y técnica palindrómica y palíndromos en diversidad de lenguas. Todo esto y mucho más reúne la primera gran Antología de Palíndromos que incluye la obra de los mejores palindromistas del mundo.



Sus autores son Jesús Lladó, el más importante palindromista en lengua catalana, además de director y editor de la revista Semagames, boletín del Club Palindrómico Internacional; y Pedro Ruiz, prolífico palindromista, cuya producción alcanza los 7.000 palíndromos, miembro del Club Palindrómico Internacional.

Ficha:
SÉ VERLA AL REVÉS. Antología de autores del Club Palindrómico Internacional. Jesús Lladó Parellada, Pedro Ruiz Lozano. Selección. Editorial Praxis y Club Palindrómico Internacional. Primera Edición, México DF, 2008. 268 páginas. 23x17 cm. Precio: 15 € en España.

Contacto: Jesús Lladó: jellapa@telefonica.net
Pedro Ruiz: pedro.ruiz@terra.es