Mi credo

Mi credo

Creo en las cuatro de la mañana. En una cerveza helada. En mi hijo. En la locura. En el invierno. En Woody Allen. En el mar. En el color magenta. En el número cinco. En El Tigre de la Memoria. En Rosa Luxemburgo. En un buen polvo. En Celine. En los caballos que corren desbocados. En la nieve. En los gorriones. En Fassbinder. En el silbido. En el trueno. En los fantasmas que corren por tu vulva. En Béla Bartók. En mi ignorancia. En el arrebato. En los poetas que nunca publicaron nada. En la efímera dicha. En el semblante agónico de mi abuelo. En Un tranvía llamado deseo. En la lluvia. En Roberto Arlt. En aquella noche viendo bailar a Mikhail Baryshnikov en el Teatro Colón de Buenos Aires. En la pizza del Sol Di Napoli. En el segundo gol de Maradona a los ingleses. En Puerto Consuelo. En lo que escribo. En las cartas desesperadas de Berenice diciéndome que se iba a matar y se mató. En el viento de la Patagonia. En el viejo tren de mi infancia. En aquellos que ahogaron en alcohol su tristeza definitiva. En los chicos que se creen Rimbaud. En los cuatro elementos y en Los cuatrocientos golpes. En una mujer desnuda al amanecer. En la numerología. En el vino tinto con denominación de origen de La Rioja. En la estrellita porno Tracy Lords. En Hiroshima Mon Amour. En los tambores de Calandas. En el disparo de un fusil. En Juan Rulfo y Leopoldo María Panero. En el cielo azul que no es cielo y no es azul. En aquella tarde que me dijiste: "eres un bastardo". En el helado de lúcuma. En mi viejo abrigo largo y negro. En saber que la muerte definitiva es el olvido. En Pablo de Rokha y Sergei Rachmaninoff.
Cómo ha pasado el tiempo. Ya son las cuatro de la mañana. Necesito imperiosamente una cerveza helada para volver a creer en todos ellos. En este momento quiero dar gracias a dios. De quien no creo. Ya que él tampoco cree en mí.

3 comentarios:

Calle decía: "Creo en todo".
No se si a colación desa frase -creo que no, sus textos eran un collage-, agregaba: "La mentira no existe".

Es divertido ser crédulo. Lennon decía solo creer en sí mismo y en Yoko, cosa para nada divertida. Saludos.

Anónimo dijo...
15:08
 

Eso es hermoso,más todo lo de arriba,no del cielo,sino lo que antecede a este escrito.

Yo creo en tu hijo.