Las mujeres son todas iguales

Las mujeres son todas iguales


Afuera ladran los perros. Cae la nieve. La panadería de enfrente sigue con los parlantes y la música. La música más horrible del mundo. Es medianoche ya. Le pregunto a Nicole Kidman qué quiere de beber. Me dice lo que tú quieras mi amor. ¿O prefieres que nos vayamos a la cama? De nuevo me dice lo que tú quieras mi amor. Y qué tal si salimos a caminar por la nieve. Nuevamente. Lo que tú quieras mi amor. ¿Te gustaría que te recite mi último poema? Podríamos ir a la panadería de enfrente y decirles que se callen.

¿Y si vamos al casino? ¿La ópera? ¿Y si hacemos el amor? ¿Qué te parece un viaje? ¿Tener un hijo? ¿No te gustaría volver a Australia? ¿Un caramelo de menta? ¿Una noche en Catoira? ¿Salir a la carretera? ¿Te apetece Barcelona? Borges. ¿Te gustaría leer a Borges? Ya sé. Un nuevo Lamborghini. Su respuesta es siempre la misma. Quién mierda me mandó a involucrarme con esta tía.

2 comentarios:

jajajjaa Nicole? nunca le ví el sexapeal a esa perra tan fiel, tan fria, tan rubia, tan blanquísimamente antiséptica...

Jajá

Eso pasa por involucrarse con muñecas del celuloide.

Ja y yo ni cara con qué hablar; yo que me enamoro de tipos cuyo rostro ni siquiera he mirado, pero que me hacen fantasear sólo por lo que escriben. Por lo menos Madame Botox -antes del botox- es muy linda, aunque un poco anoréxica para mi gusto.

Saludos (vine de entrometida, porque vi tu link en uno de mis blogs favoritos -País de Canallas-, atraida por el nombre)