E dice, pienso que mi marido me engaña: pienso que mi marido me engaña. Le pregunto qué le hace pensar en semejante disparate. No lo sé, es la intuición que tengo. Estuvo tres semanas en Osorno, llega a casa y no me toca, ha puesto claves en su ordenador, le he encontrado facturas de un Motel de Punta Arenas, encuentra cualquier excusa para salir de casa, no me habla, se olvida de fechas tan nuestras, no es cariñoso como antes y cuando vamos a cama, siempre siempre le duele algo. Luego se queda dormido.
Busco un condón y la beso.
Al siguiente día viene Viviana y le comento que el día anterior había venido Pienso que mi marido me engaña.