guillermo riedemann

guillermo riedemann



1

Pusimos las banderas a lavar y el agua
Estaba más sucia que el rojo el amaranto
El hermoso verde amarillo que alguna vez
Flotaron por encima de nuestras melenas
Pasaron los años y nadie recordó
Que habíamos puesto las banderas a lavar
De hecho nadie echó en falta las banderas
Ni los colores del arco iris
El compañero secretario de relaciones
Internacionales fue nombrado ministro
Y el dinero lo repartió entre sus nuevos amigos
Lo que decía ayer no lo recordaba ni su madre
Es más su propia madre comenzó a defenderlo
Ante las cámaras de televisión
Es tan hermoso mi niño debiera darse tiempo
Para fumar un poco de marihuana
No es responsable de los problemas del mundo
Si hubo pobres antes por qué iba a sentirse
Responsable hay que tener en cuenta
Que los jóvenes dicen tantas cosas
La vida comienza a los 40
La vida comienza cuando nos subimos
A un automóvil último modelo
La vida comienza cuando los botones
De la camisa amaranto
Desteñida imaginaria o falsa
No son capaces de ocultar la barriga.

2

La represión de los estudiantes en la calle
La ordenó el ministro del interior de la dictadura
Del mismo modo que la ordena el ministro
Del interior del arco iris made in taiwán
Los dedos de las manos cruzados el semblante
Tranquilo el maquillaje que disimula las ojeras
Todo es idéntico ante las cámaras de televisión
En este país no se persigue a nadie
Mucho menos a los indígenas a los hermanos
Mapuche a las minoría étnicas
Si alguien afirma algo en contrario
Es mi obligación desmentirlo y rechazarlo de plano
Ayer y hoy no son más que dos caras
De la misma moneda
Y como somos nosotros y nuestros colores
Los que habitan la casa en que tanto se sufre
Que nadie venga con campañas de desprestigio
Que nadie se pasee por el mundo con burdas mentiras
En este rincón del planeta vamos bien
Tenemos carreteras tenemos rascacielos tenemos
Trenes subterráneos tenemos un cóctel esta noche
Con la asociación de inversionistas extranjeros
Qué culpa tenemos nosotros
Si los mapuche no quieren comer no podemos
Darles el pan en la boca si los jóvenes quieren
Estudiar que vayan juntando la plata si
A alguno le da por dormir en la cuneta
El ministro del tirano le hace llegar toda
Su solidaridad al ministro de la princesa.

3

Y qué fue de la compañera
Secretaria de organización
El encargado militar arrojó
Las armas a un canal
De aguas servidas y arrancó
A perderse ahora viste túnica
Blanca y tira las cartas del tarot
A rubias separadas o insatisfechas
El secretario político abrió
Un centro de estudios de la pobreza
El miembro del comité central
Terminó de ministro del trabajo
Y suele participar de fiestas
Que ofrece la caspa del diablo.

4

En un gobierno de señoritas
Nadie hace nada dicen que dijo
El sociólogo al tiempo
Que el vocero dijo que le dijeron
Que dijera que todo estaba en orden
Las anchas alamedas más anchas
Pintadas de uniformes azules
Y mejillas rosadas de amor
Y sueños más anchos que el cielo
Azul que abrigó el último día
A ignacio a raúl a cecilia
Tan anchas las alamedas
Que no saben qué hacer
Los que dicen que dijeron
Que iban a abrirlas para el pueblo
Tuvieron que venir los adolescentes
Descreídos en el desparpajo
Azul y en la osadía
De volver a creer que todo
Es posible que siempre que todavía
Que mañana que te beso
Demasiado anchas las alamedas
Para los viejos acomodados
En sus abrigos de italia
Demasiado angostas las alamedas
Para estos jóvenes insomnes
Que decidieron entrar
Sin ser invitados y a pesar
De los guardianes de las puertas
Del futuro.

5

La libido me dijo que no
Que eso sería todo por ahora
O tal vez para siempre
Que había resuelto cerrar
Los ojos para ver
Si alguien que no fuera yo
La daba algún motivo
Para volver a abrirlos
Tantos años casados
La libido y yo
Había llegado el momento
De romper
Separación de hecho
Sin abogados la libido
Hasta aquí no más
Llegamos me dijo.

6

La princesa se levanta de madrugada
Y antes de las 8 am recibe
La visita de su maquilladora
Personal su peluquera
Su vestuarista que la viste
Y la desviste como a toda
Princesa que se precie
Lee los diarios dicen
Pero es un decir los hojea
Probablemente y hace un alto
En las páginas que publican
Fotografías de ella misma
Para revisar en detalle
Su maquillaje su pelo
Su vestido que no consigue
Ocultar esos kilos de más
Que no son sino el sino
De toda princesa que se precie.

7

La princesa ocupa un cargo
De alta investidura
Por el que recibe cinco
Millones cada fin de mes
Y un poco más pongamos
Aquí una cifra redonda
Pero un poco más considerando
Gastos varios propios del cargo
Que no son gastos porque
No los paga de su bolsillo
Digamos seis millones o siete
O más tal vez mucho más
Algo así como
Lo que ganan quince o veinte
O treinta familias del estado llano
Tal vez las mismas familias
Que votaron por ella
El estado o la revolución
El estado soy yo
La monarquía o la igualdad
Yo soy la princesa
Y lo que gane siempre
Será poco considerando
La alta investidura de mi cargo.

Poemas inéditos de su libro Para matar este tiempo II

2 comentarios:

Anónimo dijo...
16:02
 

Un saludo al poeta riedemann "el bueno" que abandona las lides del aaanónimo, un animador anonimo

Anónimo dijo...
09:51
 

un abrazo apretado y còmplice,mi comandante.

Que aguda arma es la inteligencia poètica.

Adriana, columna 19 enero