La guerra de Cashimira

La guerra de Cashimira

Treinta días atrás el marido se había pegado un tiro en la frente. La vi entrar al negocio y le pregunté por él.

-¿Es que no sabes nada?
-¿Qué tendría qué saber?
-Mi marido se mató, se pegó un tiro en la frente.
-Lo siento, la verdad que lo siento.
-Tú no sientes nada, absolutamente nada. La noticia apareció por la radio y la tv. Seguro que te enteraste y ahora te haces el que no sabes nada y además me dices que lo sientes.
-Bueno, tu marido nunca fue un ángel de mi cofradía.
-Sigues siendo el mismo hijo de puta de siempre, sólo te interesa lo que gira alrededor de tu ombligo.
-Mira nena, no me vengas a hacer escenas frente a las matas de coliflor y las cebollitas de verdeo. La verdad que me importó más la guerra de Cashimira que lo que le pudo pasar a tu marido.
- Bueno, tampoco vengo acá para que te enojes conmigo.

La hice pasar a la biblioteca. Nos tomamos un par de cervezas. Nos fuimos a la cama. Al despedirse me dijo que a ella su marido nunca le interesó. Luego me preguntó dónde quedaba Cashimira.

11 comentarios:

La guerra de cashimira fue una guitarra que le costó al mundo, 400 euros.
El lugar (y su tiempo) es difícil de identificar, pues esa guerra petenece al mito, y fue termonuclear.

Anónimo dijo...
09:59
 

Isabel Sarli de niña, tenía un hermanito. El hermanito se murió y el papá de Isabelita dijo: "Por mí que se mueran todos"

Anónimo dijo...
13:42
 

esa vecina inventó la historia del marido para ser invitada a entrar a la biblioteca...si ese almacén hablara...

Anónimo dijo...
16:25
 

El público ingresa por el local de abarrotes y es culeado al pasar a la mítica biblioteca que aulla. El almacenero da prioridad a la forma femenina e invita: "¿Quieres conocer al Minotauro?" y entre novelones diseminados representa la ceremonia del upito y la saliva (papales dedos índice y siguiente, en la bendición). El Danubio azul en Tierra del Fuego.

Anónimo dijo...
08:22
 

la interneta no me deja entrar a los blogs con mi blog. Me pone de url. Incluso mi blog se me niega. Se que no lo entiendo ni lo he parido. Diga lo que diga no soy yo quien habla ni la eyaculación humana inconciente que me acompaña. No soy mi vómito ni mi sorete. Esto No es porque olvido mis contraseñas, me niego a recordarlas ¿o es que no hay suficiente computación para entender mi alma y la deste mundo? ¡Me cago en el micromundo! ¿Se creen que antes de tirarme un pedo tengo que escribir una contraseña? ¿y si no, batir mi fecha de nacimiento, ¡hobby!? ¡Cájome no macromundo!
Al respecto, Lola dice que "obviamente" todo esto es motivo de alegría.
Si, tal vez el control vanidoso, permita la liberación de la sicopatía.

el almacen tiene dos puertas falsas. Una da a Natales. No tiene mayor importancia. El poeta nunca la usa. Bah, la usó una vez y todavía no se recupera de la impresión. La otra puerta da a su alcoba. Allí hay una cama con un colchón de pluma de ganso de 1875. en el medio de la cama hay un hoyo, un abismo milenario de 10.000 millones de años. cuentan que allí han caido las mejores ninfas jóvenes de natales. Quizas por eso es que natales adolece de adolescentes bellas. también por ahí alguna vez se perdió un escritor magallánico de renombre que cometió el agravio de quedarse dormido en la cama del poeta sin previo aviso. Dado los absolutos resultados de succión de la cama, recientemente el municipio de Natales se la ha solicitado para reforzar el relleno sanitario de la ciudad, dado sus eficaes resultados. Pero es muy probable que el poeta, debido a su contumaz rebeldía, no quiera, una vez más, hacer ningún tipo de trato con el poder.

au revoir

TODO EL BLOG ES UNA GENIALIDAD.

SALUDOS

El buen suicidio masculino busca la cruz, el símbolo que corta al falo. El marido de la clienta de Hugo tenía dos manos. Que con una mano se rajara un balazo de frente al testuz, es una imagen de una belleza barbárica, pero aislada, simplemente suicida y olvidable (aunque merezca la foto documentaria del ¡apunten... fuego!). El hombre tenía otra mano que también fue protagonista de su vida, de su dualidad. Qué le costaba con la mano libre, empuñar otro revólver de fino caño, enchufárselo en el culo y disparar al unísono con las dos manos calzadas buscando la cruz de los balazos en el interior de su cuerpo(los 90 grados del perfecto equilibrio). Balines de peso simple que no rompan la caja craneana. Que dejen un mínimo agujerito a la salida de sus rutas. Pero que en el interior de lo que fuera su vida quedara un diseño X para que el forense a cargo descubriera el si o el no de la iluminación del alma.
Era importante gatillar al unísono, para que el balazo frontal y el ascendente anal no se cruzaran en el camino.
Pero, en fin, lo que pasó, pasó. Y la fiesta forense es historia.

Anónimo dijo...
20:06
 

Inmaculada: espero que recibas mi epístola al travesti germano paraguayo que te envié con honda.
Saludos:
Dr Gregorio

Anónimo dijo...
18:42
 

El almecen y la biblioteca y las botellitas de vinagre, los confites de goma, los chocolitos, las sopas maggi, las agujas, el hilo negro, elásticos, sidra, coca cola, las cajas del pasillo, todos los casetes, todos los libros, todos los cidis, los ceniceros y las velitas en la mesa, cada vez se hacen más conocidos y yo sigo sin saber QUE HAY en el segundo piso.
Micaela Marulanda

Anónimo dijo...
04:45
 

la puerta trampa del sótano, no.
¡esa no la abran!
queda justo debajo de la máquina registradora