Lucy trabajaba en una carnicería

Lucy trabajaba en una carnicería

Lucy trabajaba en una carnicería. Me lo comentó Julián. Desde los catorce años que estaba enamorado de Lucy. Hacía veinte años que no la veía. Fui a la carnicería. Estaba más linda que nunca. Me hice adicto a esa carnicería. La más completa del pueblo. Después del pedido llegaba donde Lucy que trabajaba en la caja. Cuatro veces por semana pasaba por la caja. La caja donde estaba Lucy. Frente a ella transpiraba, tartamudeaba, me ponía frenético, estúpido. Un día fui el primero en llegar a la caja. A las nueve de la mañana . Lucy no estaba. No había nadie en la caja. Esperé. Luego le pregunté al dependiente. Me dijo que la cajera estaba haciendo sus necesidades. Que esperara. Se me vino el mundo abajo. No podía ser posible que Lucy estuviera haciendo sus necesidades. No lo podía creer. No lo podía soportar. Luego llegó Lucy y ya no la veía como Lucy. La chica más linda del lugar. Sino como un matambre, una cabeza de vacuno o un cuarto de cuadril. Me sonrió, pagué y me fui. Se lo comenté a Julián. Me dijo que la vida es así. Que no me preocupara. Que las lindas también mean.

comentarios:

Anónimo dijo...
11:01
 

Pudorosa escatofilia de Neruda alabando los orines de su amor. Filmación de las finitas heces sin fin de la bella carnicera. Redwind, y el delicado serpenteo regresa a su fuente. Aunque... Quizás, suceda el escondido bombardeo de gruesos balines expandidos merced a escándalosos gases que retumban desde el espacio sanitario y llegan a oídos del enamorado que espera al pie de la caja registradora, el retorno de su bella Eschiria Coli (la Lucy): "¡Cómo caga la Reina!" "¿Qué habrá comido la diosa?"