La muerte de Santa Claus

La muerte de Santa Claus



Les traigo una buena noticia. Pasado mañana es Navidad. Estaréis allí en vuestras casas atiborrándose de comida. Emborrachándose con sus amigotes. Estrellándose en vuestros autos. Entrando y saliendo de los Supermercados. El pavo y toda esa inmundicia. Follando. Pasándola bien. Mucha cava, mucho tequila, mucho vino, sidra, champán y drogas blandas y duras. Y yo en la iglesia. Dando gracias al bendito Señor y a toda esa manga de apóstoles. Que triste mi vida. Bueno… Feliz Navidad. Bo Nadal para ti meu amor. Les dejo con un poema de Charles Harper Webb. Buenas noches.

LA MUERTE DE SANTA CLAUS

Ha tenido dolores en el pecho
por varias semanas, pero los doctores
no hacen visitas al hogar en el Polo Norte.

dejó de pagar su seguro médico Blue Cross,
se marea cuando le hacen exámenes de la sangre,
las batas del hospital siempre se le abren, las

salas de espera le causan dolor de estómago, y
de todos modos nada más tiene indigestión, por lo
menos eso pensaba, hasta el día en que al estarles

dando de comer a los renos, sintió como si la mano
de un monstruo le hubiera agarrado el corazón
y no dejara de apretar. No puede respirar, y el

mundo blanco tan hermoso se torna negro,
y cae sobre su panza de gelatina en la nieve
y la Sra. Claus sale corriendo de la fábrica

de juguetes, gritando, y deja a los duendes
frotándose sus manitas nerviosas, y la nariz
de Rudolph se prende y se apaga como una luz de ambulancia

triste, mientras en Houston Texas en una de esas casas en serie,
yo, de 8 años, le digo a mi mamá que los mensos
de la escuela dicen que Santa Claus es pura mentira,

y ella, tomándome la mano, se sienta conmigo en el sofá
de flores moradas, con lágrimas en los ojos,
y con una terrible noticia en la garganta.

9 comentarios:

Hoy fui al centro, a buscar mi permiso renovado. Me lo dieron adjunto a un montón de cláusulas prohibiéndome hacer todo lo que hago.
De regreso me bajé en Carabobo, y pasando por plaza Flores, caminé a casa.
Nunca vi tanta cantidad de papás noeles deambulando por las calles, sucios y enfermos, disfrazados con lo que encontraron en los containers, mirando con desesperación las braguetas de los paseantes, como si de ellas fuera a surgir la solución del calentamiento global.
Es una fecha humanamente trágica.
Malditas navidades.

Yoel, vrlo dobar draga Yoel svoj komentar. Nitko ne može bolje izraziti.Veliki zagrljaj.

Ayer conocí a una croata y hoy me convertí en croata. Se me pegan los idiomas. Un abrazo Joe.

es un texto demasiado bueno!!!

saludos!

Saludos Juan Carlos.

Asi es Hugo. El reconecte con mi familia del Viñao fue gracias al blog, gracias a vos que me pusiste en función.
Y es un lindo reconecte porque con mis primos Lino y Carmiña (los padres de las hermanas que me escribieron) sentí un reencuentro conmigo mismo (dar la vida por el otro, con la simpleza del que bebe un vaso de agua).
Un abrazo manito.

Yoel, te contaba que estoy en la re lectura del Viñao. Ahora todo tiene mayor sentido. Alta Magia. Un nuevo abrazo para ti y tu familia. Para Laura y Lola. Recuerdo una noche cuando fuimos a comprar cerveza y era como ir a Neptuno. A eso de las dos de la mañana. Lo recuerdo como el gran viaje de mi vida. Otro abrazo pinche cabrón.

Aquellos viajes nocturnos a Neptuno, son memorables. Cuando se construye la mitología, se lo hace inconscientemente y el pretexto (la cerveza, los fasos) se llevaba el futuro por delante.
Aquellos emprendimientos eran como aventuras de Flash Gordon durante el gobierno militar.
Que tengas una buena noche con tus cariños.

Dobro Yutro...!

Saludos especiales estimado Hugo Mirandavic

Jalandro

Hola esteee Ferre ¿va i pa la casa? Tate tranquilo no ma tu hee. Cómo la pasate esteeee. ¿con tu gente? yaaaaa a onde la viste. Saludo estee. Nos vemos este. Yaaaaa.