Este infierno tan querido

Este infierno tan querido

Primero se cortó la luz. Inmediatamente después llegó el terremoto. Energía liberada. Terror. De repente te encuentras en manos de nadie. A merced de lo que estime venir. De pronto se te caen las paredes. Todo lo peligroso vuela por los aires. Un cuchillo atraviesa la garganta de una jubilada. Imposible sostenerse en pie. Te abandonas a tu suerte. A tu mala suerte. La tierra se abre y se cierra. El techo queda a la altura del piso. Los autos caen de las autopistas. Los edificios se derrumban. Gente llorando desnudas por las calles. Algo grave muy grave ha pasado. Es el primer minuto. Y no ha terminado. La tierra sigue temblando. Otro minuto. Todo sigue temblando. Cada vez más fuerte. Más fuerte. Ahora se siente más fuerte. Más que en el primer minuto. No da tregua. No se acaba nunca el segundo minuto. Ya nunca más acabará. No se acabará nunca. Comienza el tercer minuto y cada vez es más fuerte. Pánico. Muchísima gente ha partido a un lugar más apacible que éste. El viaje sin retorno. Muchos se fueron al primer minuto. Sepultada gente entre los escombros. Construyes una casa por tumba. Vas a la deriva. No hay luz no hay nada. Caminas ciego a ningún lugar. Todo se colisionó. Dejó de tener sentido. No hay comunicación, si alguna vez lo existió ya no. Todos los celulares callaron. Tierra arrasada. Peor que cualquier guerra. Una señora va en busca de su casa y encuentra una foto de la hija. Se da cuenta que allí estuvo su casa. Comenta que llegó por un sentido de orientación. Encuentra la foto de su hija pero no a su hija. Veo aquello por televisión y me pongo a llorar. Como nunca lloré en mi vida. Chile, que Dios se apiade de ti por los siglos de los siglos. Atravesaremos juntos el infierno. Este infierno tan querido. Mi país. Te quiero. Amén.

6 comentarios:

Fico feliz que estejas bem e rezo por tua gente. Bj

Hugo, evidentemente Natales queda lejos de cualquier ruido. Me llamó la atención cuando respondiste a un comentario del post anterior que después del terremoto en Natales había "flamencos, nubes y viento".
Yo miré el mapa chileno. Me fijé nel epicentro de Concepcion, su cercanía con Santiago y la lejanía descomunal de Natales. Como dijera aquel chileno en Río Gallegos, aquel día que te acompañé en tu viaje. El chileno era grandote y me miró piadosamente, pues yo debí dar imagen de boludo alegre. Me dijo:"¿Pero tú sabes dónde estás? ¡Estás nel culo del mundo!"
Puerto Natales debe ser el reculo del mundo, el fin del mundo o casi casi el fin... el paraíso ¿no?
Si, es terrible lo que sucedió y uno a lo lejos, le cuesta entenderlo. Lo de Haití fue espantoso, y eso quel terremoto no fue tan grande como el de Concepción, pero en Haití no había prevención entisísmica, no tenían nada, siquiera lo mínimo que debió haber habido en Concepción.
Bueno hermano, las palabras son pura mierda. En Concepción necesitan gente que ponga el lomo. Mi padre decía que lo único que había que hacer eran cosas útiles.
Cualquier terremoto en cualquier lugar del mundo, necesita de la ayuda de los demás. Suerte. Un abrazo.

Fagual dijo...
13:25
 

Es tan triste. Has relatado tan bien lo que paso y sigue pasando.
Es inimaginable. Terror no es una palabra para esto, creo que no existe, aún. La madre de una de mis colegas falleció cerca de Concepción. Le dio un ataque al corazón. Mi colega no puede viajar. Es imposible llegar a ese pueblo. Hizo un pequeño altar en su casa. Es un velorio sin cuerpo. Que doloroso. Ojala esto termine pronto. Un abrazo Hugo.

Luciane, Yoel, Fabián. Un abrazo.

Estoy aquí..., al otro lado del BíoBío.
Fue terrible, apocalíptico, durante el remezón, pero especialmente después.
Quisiera estar en mi tierra aunque sea el fin del mundo.
Un abrazo
Beatriz

Un gran abrazo querida Beatriz.