El poéta José Grimaldi

El poéta José Grimaldi



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n día iba yo de compras por ahí. En Punta Arenas. Los pajaritos cantaban. Las piedras cantaban. Los autos cantaban. De pronto y sin querer, me vi frente a la casa del poeta. Del poeta por antonomasia de Punta Arenas. No digo que sea el mejor. Probablemente no sea un buen poeta. No sea el mejor. Los poetas magallánicos suben y bajan del ranking constantemente. Pero ciertos chicos recitan sus poemas en el colegio. Alguna plaza lleva su nombre. Alguna calle lleva su nombre. Entonces. De pronto me vi frente a la casa del poeta. Y vi una plaqueta. Una plaqueta que recordaba al poeta. Un homenaje. Con motivo del Bicentenario. Un homenaje. Y me llamó la atención. Me llamó la atención la é del poeta. Ese acento. Ese tilde. Esa extravagancia. Para el descubrimiento de la plaqueta asistieron el Obispo, La Intendenta. La Gobernadora. El Alcalde. También los chicos que recitan sus poemas en el colegio. Discursos y aplausos. Me imagino que fue un día grandioso. Observé la plaqueta. Los pajaritos, las piedras y los autos, dejaron de cantar. Pasé a la farmacia de a la vuelta. Compré condones. Era a lo que iba.

Fotografía del poeta Niki Kuscevic


6 comentarios:

Hugo: creo que resolví el misterio de la é. Mirando bien la fotografía de la placa descubro que el acento que le sobra a "poéta" le falta a "aqui" que está más arriba. ¿No habrá sído una jugáda del viénto?

¡Mierda Ferrer! Vi una y no vi la otra. Están perdonados. Fue el viento. O dos metidas de pata. Pero para mí que fue el viento. Creer o reventar.

n. dijo...
18:05
 

muy crudo che!

¿Serán las licencias poéticas que les llaman?

Muy bueno, pero muy bueno...
es el viento Hugo, el viento hace estragos en todas partes.

Gracias poeta n por la foto. Matías, posiblemente, el mundo inescrutable de los licenciosos. Beatriz, definitivamente fue el viento. Ayer vino el viento y me lo dijo. El Obispo fue a dar al Faro Evangelistas. Un amigo me escribió contándome que en la plaza Chile de Buenos Aires, hay una placa recordatoria a Allende. También allí ocurre un gazapo (yerro), con el segundo apellido del presidente. En vez de Gossens, dice Grossens. Bueno...