Escribo porque Dios no escribe

Escribo porque Dios no escribe


E

n verdad no escribo para nadie. Con esta confesión, no pasaré a la historia por ser original. Pero en verdad no escribo para nadie. Pero siempre ocurre en mí, cierto placer morboso en cuanto me siento a escribir. Siento que alguien, en alguna parte, quiere que yo escriba, que yo le escriba. Posiblemente sea un error y que nadie lo piense así. Pero bueno… tampoco escribo para ese alguien, en alguna parte, que quiere que yo escriba, que yo le escriba. Escribo porque Dios no escribe. Porque si no escribiese, mi vida sería un ventisquero. Porque tendría dolores de cabeza. Porque mataría a la mayoría de los chilenos. Porque de qué otra manera, soportaría a un presidente imbécil. A un papanatas en su descapotable. A un déspota ilustrado. Escribo, porque me da la santísima ganas de escribir. Aún mis amigos, mis viejas amantes y mis familiares cercanos, confiesan que no me leen. Y me lo dicen en mi cara. Entonces he decidido, desde hace mucho tiempo, no escribir para nadie. Se me otorga el valor de un peso nulo. No me quejo para nada. Las cosas están dadas de esa manera y no hay vuelta. No sé si escribo bien o mal, me importa un geranio. Tampoco voy por la vida siendo perdulario, atrabiliario o patibulario. No merezco recompensa en esta vida, ni en otra de identidad desconocida. Una sola vez, al cruzar una frontera, coloqué en el ítem profesión, la de escritor, recuerdo haber llorado toda la noche por haber mentido. A confesión de parte relevo de pruebas. Escribo porque no sé por qué escribo. Debe ser porque quiero intensamente perder mi alma en los laberintos de una alquimia imperfecta. Escribo porque Dios es grande y yo también. Escribo, en definitiva, porque para mí, es más fácil escribir que cambiar una lamparita. No legaré una obra maestra, ni siquiera una obra. No legaré una mierda de nada. Pasaré por este mundo, como si nunca hubiese pasado, al cabo de una semana, seré olvidado. Triturado. Más tarde, mucho más tarde, ni Borges quedará. Sólo una bruma incandescente, en un planeta vacío y estéril que marchará errático, dando saltitos de canguro. Mientras tanto escribo, para mí y para nadie. Silencio.


6 comentarios:

Tan normal que podría ser agente secreto, tan flaca que a veces no se me percibe, soy el alguien insignificante, como un insecto de otro continente, que te lee aunque a ti te importe un pimiento.

De todos modos me gusto, lo bien que escribes. Saludos

Ah! Las líneas maravillosas que se lleva el Leteo...

La palabra es un disimulo. Casi como el "¡Ataca!" que se le ordena al perro que mata al que le da la orden, o la poca (o muchísima) importancia que puede tener un geranio en el origen y fin de los mundos.
Las fosas comunes son una pasta de almas que se autorecuerdan y mueven su masa rica en fósforo.
Escribir es leer, acariciar clítoris frente al mar, confundir lo ajeno como propio y viceversa, usar inesperadamente armas de fuego. Escribir es como decía el griego Sócrates "un danzón": un sacudón de barrigas, triste o alegre, pero sacudón hacia eso desconocido que pese a saberse de que se trata, se lo descubre hablando o escribiendo.
Por lo demás, los muertos bien muertos están y en eso consiste la felicidad humana. Recordar a Neruda por su cara es un bodrio (una foto); ahora cuando, imprevistamente, Vittorio Gassman dice en castellano "la canción desesperada", el sentido de escribir se ilumina, la palabra se universaliza.
Trejo en la época de Libertad y Otras Intoxicaciones, tuvo un éxito del carajo con esa puesta. Entonces aparecía una mina estupenda y él pretendía fornicarla, pero no pasaba nada, entonces Mario, decía con su voz grave: "Estoy podrido que las mujeres me quieran por mi obra y no por mí". A veces con ese argumento, enculaba a la casual musa o bruja.
En fin...

Pat_agónica dijo...
13:39
 

Como tu lectora permanente me importa un comino porqué o para qué escribas.

Me seduce gozar tus palabras, reírme con tus sarcasmos, conmoverme con tus dolores... Mientras esa condenatoria palabra de Dios -inventada por los hombres- taladra mi consciencia, tus escritos me liberan

Me ha gustado esto.