Por ese amor a Mozart que tienes

Por ese amor a Mozart que tienes

Dime por qué te enamoraste de mí. Me pregunta. ¡Qué decir! Bueno, no sé, tu pelo. Esa forma de caminar que tienes. Tu sonrisa. La manera de salir adelante en la vida con tu hijo pequeño. Por ese amor a Mozart que tienes. Por tantas cosas. Porque estás cuando te necesito. Y cuando no te necesito también estás. Porque amas a tu gato lo mismo que a tus padres. Porque estás en contra de este gobierno de mierda. Porque te gustan las grosellas. Los amaneceres. Porque me escuchas. Es que nadie escucha a nadie en verdad. Me enamoré de ti porque te gusta lo mismo que a mí: Fassbinder, Lois Pereiro y Ramón Díaz Eterovic. Me gusta verte implicada en cada instante con los desamparados. Luchando frente a los maracanaces de turno. Me enamoré de ti por mandato divino. Porque estaba escrito en todo libro sagrado. La abracé. Se dio vuelta. La atraje hacía mí. Ni loco le diría que lo primero que vi en ella fue su culo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
13:37
 

Cierto!

yo tampoco.

.mx

Ella habría hecho lo mismo; te habría dicho que te sigue queriendo por tus poemas, por tu lucha y por tu abnegación con tu familia... Y en verdad te querría porque en la cama no se te daba mal :P
Pero ella jamás le diría eso a nadie, ¿verdad?

La madurez nos enseña: no hay que perder la oportunidad de guardar silecio.

María Magdalena. dijo...
10:35
 

El orden de los factores no altera el producto.