Un volcán en el abismo de tu corazón

Un volcán en el abismo de tu corazón


Me gustaría ser como casi todo el mundo. Ir por la vida disfrutando de los atardeceres. Saludando a los peces más grandes. Captando amigos en los bares. Escribiendo endechas a la luna. Me gustaría pertenecer. Afligirme. Un día sí. Un día no. Ser amigo del comisario. De la Sociedad Protectora de Animales. Masón de la masonería. Afiliado al partido victorioso. Ganar un proyecto sobre la extinción de la raza aborigen. Luego ganar otro y otro y otro proyecto sobre lo mismo. Levantar una casa y viajar por el mundo con los indios en mi faltriquera. Sin importarme un carajo sobre esos malditos indios de mierda. Luego conceder entrevistas: lo hago porque ellos fueron los verdaderos dueños de la tierra. Hacer canciones para que las cante un cutre cantante dipsómano o un ghicho con alopecia. Putas canciones de amor y desengaños. Presentarme a un concurso del más tonto y ganarlo. Saborear la victoria inteligentemente. Irme de juerga con tres dominicanas. En Puerto Natales, levantas una piedra y aparece una de ellas. Me gustaría ser como casi todos. Como todos. Una mezcla de carne, huesos sangre y orina. Como todos. Pero mi cabeza no me lo permite. Estoy todo el tiempo en una torpe diáspora insustancial. Mi cabeza es un zapato roto. Un globo a punto de estallar. Un magma acusatorio y febril. Deberé acomodarme al ritmo acomodaticio de casi todos. Deberé ser revolucionario con los revolucionarios. Rebelde con los rebeldes. Deberé ser Carmen Polo con los franquistas. Seré bueno entonces. O malo. Religioso, atrabiliario, inteligente, mendaz, torpe o lo que fuere. Seré como casi todos. Entonces mi vida volverá a tener sentido. Subiré a la copa más alta y mis amigos me querrán. Mis enemigos también. Seré uno más en el rebaño. Luego las puertas se abrirán. Caerán monedas en mis bolsillos y las mujeres más bellas se arrodillarán a mi paso. Pero no. No estoy hecho para lo derecho. Mi vida es complicada y es mi vida. La única que tengo por lo demás ¡Vaya descubrimiento! Moriré siendo el tonto más tonto. Un imbécil que nunca pactó con dios o con el diablo. Un mago que nunca sacó un conejo de su galera. Un nigromante que pasó desapercibido entre el tumulto de aprovechadores, políticos corruptos y señoras menopáusicas. Que Dios y el Diablo se apiaden de mi. Yo no tendré piedad con ellos. Ni con dios ni con diablo. Ni con nadie. Seguiré siendo lo que soy. Un volcán en el abismo de tu corazón.

6 comentarios:

Lejana dijo...
10:21
 

bellisimo

Romántico nostálgico insolente transgresor consecuente.

No soy y nunca seré un artista nacional, ni rebelarte un frágil mundo interior. Solo te voy a sacudir

Amén. Las ovejas negras siguen siendo ovejas.

Nita dijo...
14:54
 

Quien quiere ser como los demás..... me conformo con ser un abismo en tu corazón....
GENIAL!!!

Awesome!