Rodillas destrozadas

Rodillas destrozadas

Esa chica es un entuerto. Una ofensa. Un perjuicio. Por donde va trata de llamar la atención. No tiene culpa de nada. La vida ha sido cruel con ella. Siempre alguien le ha hecho daño. El mundo le ha hecho daño. Saturno le ha hecho daño. Una mariposa le ha hecho daño. Tiene un largo historial de enfermedades inventadas. Insuficiencia renal. Tobillos rotos. Rodillas destrozadas. Cálculos en su hombro izquierdo. Etcétera. Tiene todas las enfermedades que un ser humano puede llegar a tener. Que ella puede llegar a tener. Maneja con sumo cuidado dosis alternadas de simpatía, y conmiseración hacia ella misma. Una hipocondríaca a carta cabal. Habla de haber sido abusada. No trabaja. Deja por la mañana a su hijo en casa y se va al bar de la esquina. Le encantan las canciones de Paulina Rubio. Se toma tres ginebras y llora. Vuelve a casa a dormir. Contesta el teléfono diciendo que le duele el ombligo. Se levanta por la tarde-noche y se va de farra con un turista que conoció en el rodoviario. Le roba su mochila y escapa. Posee un coño rápido y tonto. Es estúpida y le encanta ser tratada como una niña estúpida. Lleva tatuada en su trasero la palabra: Soy frágil. Si visitas Puerto Natales y ves un trasero que diga: Soy frágil, te aseguro que no lo es. Llama al 911.

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