Una vez amé a una mujer

Una vez amé a una mujer

Por la radio anuncian...
"inmaculada decepción"



Una vez amé a una mujer a la cual también amó Gustavo. Ayer apareció Gustavo por casa. Después de mucho tiempo apareció Gustavo. Se fue del pueblo y se convirtió en contrabandista en la Triple Frontera. Según él, regreso al pueblo a matar al asesino de su madre. No lo dudo. Incluso me alegré. Por razones que no vienen al caso, su madre merecía morir y el asesino de su madre también merece morir. Gustavo también merece morir. Todos merecemos morir. Le deseé suerte en la faena y le dije que cuente con mi silencio. Le pregunté por Adriana. Si sabía algo de ella. Si lo tenía como amigo en Facebook o algo así. Me dijo que estaba en Calama. En el norte de Chile. Que su hermana le había contado.

Me dijo que difícilmente tendría Facebook ya que era analfabeta. Aquello me sorprendió. No lo podía creer. ¿Pero cómo? ¿Analfabeta? No me di cuenta. No podía creerlo. Le dije a Gustavo que no sabía. Que no sabía que era analfabeta. Me dice: una mujer hermosa y que folle bien para qué necesita saber leer o escribir. Además de contrabandista y asesino, un machista de mierda. Y yo un pelotudo que sabe cinco idiomas y me enamoré de una analfabeta. Es que era hermosa y follaba como los dioses si es que los putos dioses follan. Por la radio anuncian que venden mejillones en tal lugar. Voy a por ellos y me preparo un curanto. Por la noche escucho The Rory Gallagher Collection que me regaló David. Llueve.

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