Teófilo Cid: Madrugadoras
"¿Por qué perra y no perro?", preguntábamos a Teófilo al llegar al final de este poema suyo. Al interrogarle, pensábamos en el can llevado en su viaje a la luna por los expedicionarios de Julio Verne, muerto en el viaje, arrojado fuera de la nave, y siguiéndoles, atraído por la fuerza de gravedad del vehículo, a través del espacio. El mismo poeta no se explicaba el porqué "perra famosa" y no "perro famoso". Este poema fue publicado en el número primero de nuestra revista "Mandrágora" (diciembre de 1938). Sólo muchos años más tarde tendríamos la explicación, pues fue una perrita la que viajó en el sputnik de los soviéticos:
En imágenes
En distintas direcciones
En focos de alta mar
En odio al vesperal dominio
En ti misma
Yo vivo a través de tu candor
Como la sangre en una vena
Un farol de equinoccio
Al final del sitio plano
Del hangar más alto
En estas cordilleras
Donde la voz escucha su propia sombra
El milano atrae sus hijuelos
En este adiós de ti
De ti la madrugadora
Perdida en el hemisferio de cristal
En una curva sin dibujos
A la intemperie
Como una perra famosa
Lamida por el éter.
Braulio Arenas, Actas Surrealistas, Editorial Nascimento, 1974, Santiago de Chile.
comentarios:
17:00
aullido...pero de mesié Allen.
Digo yo.
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