Me llamo Graciela

Me llamo Graciela

Me llamo Graciela y soy argentina, tengo 26 años y vivo en Río Turbio. Hugo me pide que escriba mi historia, la historia que acabo de contarle. Es la primera vez que escribo en un computador. Mi padre siempre me hablaba de su padre, o sea de mi abuelo. Que su padre le enseñó todo. Que lo hizo hombre. Un hombre de bien. Que su padre esto y lo otro. Y yo lo escucho, lo escuchaba. Hasta que un día no di más y le dije lo que tenía que decirle. Que su padre, mi abuelo me había violado cuando yo tenía diez años. Y le conté todo y le dije que su padre o sea mi abuelo era un hijo de puta. Que era un violador. Y que por él lo atendí hasta el último día, a mi abuelo. Le daba jugo en el hospital, lo limpiaba, le cambiaba la ropa, lo hacía por mi padre. Mi padre me abrazó y nunca más habló de su padre.

4 comentarios:

Vaya historia, vaya hija y/o nieta, quien tuviera esa fortaleza como tu, yo lo hubiera dejado podrirse en el hospital.

Una buena historia, corta, pero que da mucho.

Que estes bien.

Anónimo dijo...
19:06
 

Azorado por la turbia historia de niña enfermera violada en familia, Graciela, triste Graciela: que recuperes la gracia; y, en mi humilde opinión de médico que no ejerce, aquí en Buenos Aires, te digo de corazón que recurras a la Psicología o al Psicoanálisis.
Las heridas psíquicas son de por vida, pero con asesoramiento ciéntico e inteligencia se pueden sobrellevar, aunque son pesadísimas.
Mucha suerte.
F.

Heidi y su abuelito son precursores. Teoría del larga duración 33 rpm (juveniles abuelos del folies bergere).
Entre los seres humanos el incesto es alimento mitológico.
La zoofilia es la apertura que da la vida tribal donde todos culean con todos (profundidades secretas de las sierras ecuatorianas)
De alguna forma más civilizado, el dr. Gregorio en Gualeguaychú, nestos días, mantiene un romance con un ñandú macho, y en su delirio carbura: "Si los gallos ponen huevos, seguro quel ñandú también va poner flor de huevo. No se va a poder creer".
De todas formas el dr. no da tecnicismos. Simplemente manda fotos dél con el ñandú. Él sonríe sardónicamente y el pájaro mira a la cámara, asombrado.

Amiga es fuerte la desgraciada experiencia que te toco vivir pero sin duda escribirlo es un avance que da muestra de que sigues siendo importante para ti vacía las lágrimas en el suelo y deja tus ojos brillar sonrientes.