Esperando las musas

Esperando las musas



E
STABA aburrido. Hastiado. De mala leche. Decidí escribir un poema. Entonces me puse en trance. Dejé que las musas viniesen a mí. Llegaron tres musas con escote-minifaldas-locas-voladas-cantando. Cantando St. Stephen de Grateful Dead. Recién salidas de Woodstock las musas. Inmediatamente pensé por qué a mí. Cada una de ellas con 65 años por lo menos. Qué hago con tantas viejas en mi cuarto pensé. Una pidió un té de manzanilla. Otra, la morena, el teléfono para llamar a su nieto en Minnesota, la otra se quedó dormida. Al final me fui a la cama con un té con manzanilla. Nunca más esperaré a las putas musas para escribir un poema.


4 comentarios:

es que en esos momentos hay que ser Dios.
o alguien muy parecido.

Un abrazo Maiz.

Anónimo dijo...
15:49
 

tal vez deberias llamar solo a las putas

Con esas musas ¿quién necesita cónyuge?
Abogo por las putas pues.