Unos mejores que otros

Unos mejores que otros


Todo el mundo quiere vender su mercadería. El mundo se ha llenado de emprendedores. Unos mejores que otros. Formulas mágicas. En contra de esto y de lo otro. A favor de esto y lo otro. Somos todos fantásticos. Todos purísimos. El mundo regado de talentosos escribas. Grandes poetas. Grandes novelistas. Grandes políticos de mierda. Basta estar en contra de la contra para sentirnos en paz. Estar en contra del gobierno. De las editoriales. De los asesinos en serie. Da lo mismo. Abrazamos causas insospechadas. Queremos pertenecer. Hacer saber nuestra opinión. Nos enganchamos en foros ridículos. Donamos cinco rublos para los niños de Ruanda. Tres peniques para la niña que sufrió una ablación en una tribu africana. Y verdaderamente no sentimos nada. Todo es lejano y ajeno. Siempre solidarios con causas fuera de nuestras fronteras. Fuera de nuestro territorio. Luego vamos a los supermercados y nos atiborramos del mejor albariño y jamón de pata negra. Luego nos olvidamos del embrollo y quedamos en paz. Desde nuestros sillones manejamos el control remoto de 900 canales. Eso hacemos. Mientras nuestra mujer, en su pieza, en la nuestra, se masturba en Cam para su amante.

Ilustración de Facundo Mazzeo.

2 comentarios:

la simple realidad...

EN LA HERIDA. Supongo que ante la claridad de lo cierto, es menester caiga algún que otro reconocimiento. No obstante no me alargaré, no vaya a ser que en el otro ordenador estén pasando cosas impropias.

Una perta.