Miro el vídeo y el comienzo es maravilloso. Edita Gruberova interpretando a Anna Bolena en "Giudici ad Anna! Ah, segnata è la mia sorte". Apabullante. Inmediatamente pienso que Edita es la mejor de todas. Estoy en el séptimo cielo. Pronto comienza la hecatombe. Muy pronto comienza la hecatombe. Una bella niña acribillada a balazos. Jubilados sin paracaídas lanzándose del octavo piso. Cuerpos mutilados por terroristas locos criminales. Siete cabezas colgadas de un puente en México D.F. Un político de mierda depositando millones en un paraíso fiscal. Una casa en Irak ardiendo y el piloto que lanza una carcajada volviendo a su base. Imágenes de Hiroshima de gente licuándose. Niños de África comidos por moscas hambrientas. Como en Kaspar Hauser, un ciego lidera la manada. Luego Nanking y las siete mil mujeres violadas. El relator dice que al parecer los japoneses se excedieron. Se muestran imágenes del exceso. Una cámara instalada, muestra como el padre mata a la madre y a sus cuatro hijos. Y lo hace por amor. Por amor a otra mujer. Y no quiero seguir. Es que no se puede seguir. Dejo de verlo. No tendría que haberlo visto. Quiero renunciar al género humano. Quisiera ser reptil, piedra o bruma. Quisiera ser una sombra en el silencio. Una gota en el rocío. Por la noche llega Cinthya y follamos. Me olvido de todo.