Puerto Natales

Puerto Natales



puerto natales no debiera llamarse puerto natales
sino carreta, trompo, pelota número cinco, trencito a bories;
cierta vez viajando en el colectivo 60 en buenos aires
sentí el olor de la vaca que ordeñaba mi tía manuela,
aquella noche vería bailar a julio bocca en el colón
y de acompañantes el establo, la vaca y mi tía manuela.

otra vez en el tortoni escuchando recitar a borges
se produjo el mismo fenómeno, entonces pensé que yo
nunca salí de mi pueblo, de mi barrio, de mi infancia,
que si yo aterrizo en viena, parís o amsterdam
seguiré siendo un campesino, que si alguna vez ingresé
al incierto desamparo de la poesía fue por la ventana,
por puro molestar; que si alguna vez estuve
en el balcón de la casa rosada fue por extravagancia
pueblerina y eso se me nota, yo soy la tía manuela,
también soy la vaca de la tía manuela.

por eso, para no ofender las narices citadinas
o la nariz de alguna golfa respingada, para poder
entrar al cine a ver alguna de bergman, o para visitar
alguna tenebrosa oficina pública me pongo colonia,
de la mejor, pero indudablemente se me nota;
por eso llevaré para siempre esta historia,
mi historia, la de ser un campesino,
llevaré para siempre este olor, el olor de bosta
de la vaca de mi infancia, y el de haber nacido
en un pueblo que debió llamarse

carreta, trompo, pelota número cinco, trencito a bories.

2 comentarios:

Adoro este poema Hugo. Todos llevamos dentro nuestro pueblo, nuestra isla, desde donde nunca salimos.Solo que hay que ser muy lúcido y muy valiente para reconocerlo. Además Natales tiene todos esos nombres que tú dices, quien lo duda.
Un abrazo
Beatriz

Un abrazo querida Beatriz.