Borges y los negros

Borges y los negros

Jorge Luis Borges con un grupo de estudiantes, Estados Unidos, 1968.
Vázquez: Has vivido en los Estados Unidos. Allí, ¿hay violencia?
Borges: Sí, violencia individual en las grandes ciudades; en las ciudades chicas, no. Además hay una especie de veneración por los negros, no se puede hablar mal de ellos…
Vázquez: ¿No existen problemas de violencia con los negros?
Borges: Sí, existen, porque han cometido el error de educarlos. Por ejemplo, mi abuela me decía que los esclavos negros que tenía no sabían que sus abuelos habían sido vendidos en la Plaza del Retiro por la familia Lavallol, porque el negro no tenía memoria histórica. Si en los Estados Unidos no lo hubieran educado, no sabrían que son descendientes de esclavos; en cierta forma los negros son como chicos…
Gudiño Kieffer: No, al contrario, habría que educarlos más. Actualmente siguen marginados; de cualquier manera ése es uno de los problemas de los Estados Unidos.
Borges: Pero, fíjese que se ha creado un nacionalismo negro extraordinario. Yo estuve en un congreso -María Esther fue testigo y le podrá decir que no exagero- donde se discutían los problemas de la traducción y había poetas negros que afirmaban que ellos constituían una raza superior, una especie de hitleristas al revés y con menos razón, porque convengamos que, de alguna manera, Alemania ha sido más importante para el mundo que el Congo.
Gudiño Kieffer: Hacerse fuertes de una manera irracional es una reacción natural, fruto de años de persecución. Si no se hacen fuertes de una manera arbitraria, van a seguir siendo perseguidos y lastimados.
Borges: Los sábados a la noche un blanco no puede frecuentar un barrio negro, porque los negros son cuchilleros, se emborrachan, son más rudimentarios; en cambio, en los barrios blancos nadie ataca a los negros…
Gudiño Kieffer: Eso ocurre porque les falta educación. El hecho de que el negro ande con más libertad no quiere decir que sea más libre; ante todo, el blanco tiene miedo y el negro se ha hecho bravo…
Borges: ¡Pero Gudiño, los negros siempre fueron bravos! Acá, en las guerras de la Independencia, eran mucho mejores soldados que los blancos. Ahora, ya no sé qué es lo que ha pasado con los negros. Cuando yo era chico eran bastante comunes en Buenos Aires y más en Montevideo. Actualmente los que se ven son norteamericanos…
Vázquez:… y brasileños.

Borges, sus días y su tiempo de María Esther Vázquez, ediciones B, Argentina.

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