Baudelaire: Textos

Baudelaire: Textos

Los poetas malditos: Charles Baudelaire, Stephane Mallermé, Paul Verlaine,
 Trstan Corbiere y Arthur Rimbaud

EMBRIÁGUENSE

Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: esta es la única cuestión. Para no sentir el horrible paso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.
Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de la zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán. ¡Es la hora de embriagarse! Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, ¡embriáguense sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.

EL PERRO Y EL FRASCO

- Mi lindo perro, mi buen perro, mi querido perrito, acércate y ven a respirar un excelente perfume comprado en la mejor perfumería de la ciudad.
Y el perro, agitando la cola, lo que es, creo, entre esos pobres seres, el signo correspondiente a la risa y la sonrisa, se aproxima y posa curiosamente su nariz húmeda sobre el frasco destapado; después, reculando de improviso con espanto, ladra contra mí a manera de reproche.
- ¡Ah! Miserable perro, si te hubiera ofrecido un paquete de excrementos, lo hubieras olfateado con delicia y quizás devorado. Así, tú mismo, indigno compañero de mi triste vida, te pareces al público, a quien nunca hay que ofrecer delicados perfumes que lo que lo exasperan, sino inmundicias cuidadosamente elegidas.

EL EXTRANJERO

- ¿A quién prefieres tú, hombre enigmático, dime? ¿a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano?
- No tengo padre, ni madre, ni hermana, ni hermano.
- ¿A tus amigos?
- Usted está usando una palabra cuyo sentido aún me es desconocido.
- ¿A tu patria?
- Ignoro en qué latitud está situada.
- ¿A la belleza?
- Yo la amaría con ganas, diosa e inmortal.
- ¿Al oro?
- Lo odio tanto como odia usted a Dios.
- ¡Eh! ¿Qué amas entonces, extraordinario extranjero?
- Amo las nubes... las nubes que pasan... allá ¡las maravillosas nubes!

EL ESPEJO

Un hombre horrible entra y se mira en el espejo.
-Por qué se mira usted en el espejo, si no puede verse con él más que a disgusto?.
El hombre horrible me responde: -Señor, de acuerdo con los inmortales principios del 89, todos los hombres son iguales en derecho; por lo tanto tengo el derecho de mirarme; con placer o disgusto, es cosa que sólo atañe a mi conciencia.
En nombre del buen sentido, sin duda tenía yo razón; pero, desde el punto de vista de la ley, él no estaba equivocado.

¿CÚAL ES LA VERDADERA?

Conocí a una cierta Benedicta, que colmaba la atmósfera de ideal, y cuyos ojos expandían el deseo de la grandeza, de la belleza, de la gloria y de todo lo que hace creer en la inmortalidad.
Pero esa muchacha milagrosa era demasiado bella para vivir mucho tiempo; así ella murió algunos días después que la hube conocido... y yo mismo la enterré, un día en que la primavera agitaba su incensario hasta en los cementerios. Fui yo quien la enterré, bien encerrada en un ataúd de una madera perfumada e incorruptible como los cofres de la India.
Y, como mis ojos seguían clavados en el lugar donde había sepultado mi tesoro, de pronto vi a una personita que se parecía singularmente a la difunta, y que, pisoteando la tierra fresca con una violencia histérica y extraña, decía riendo a carcajadas: ¡Soy yo, la verdadera Benedicta! ¡Soy yo, una famosa canalla! ¡Y para castigo de tu locura y de tu ceguera, me amarás tal como soy!.
Pero yo, furioso, respondí: ¡No! ¡no! ¡no! Y para acentuar mejor mi rechazo, golpeé tan violentamente la tierra con el pie que mi pierna se hundió hasta la rodilla en la reciente sepultura, y que, como un lobo cogido en la trampa, quedé atrapado, para siempre quizá, en la fosa del ideal.

2 comentarios:

Hice un corto con el texto "embriagaros" de Baudelaire, tambien hice otro con su poema "Las ventanas" que podeis ver en

http://7potosi.blogspot.com/

HAGAMOS UN POCO DE SABIDURIA INVERNAL MMM, POR Q EL TIEMPO DESNATA LOS SERES DIGNOS DE SABIDURIA??? NO EXISTEN YA??? VAMOS HAGAMOS OTRO CAMPO DE TARTAROS .. DEJO MI MSN
ibarap141@hotmail.com