Confesiones de Pablo Picasso

Confesiones de Pablo Picasso

De izquierda a derecha, el pintor chileno Manuel Ortíz de Zárate, el poeta Max Jacob,
el pintor Moise Kisling, la modelo Paquerette, Marie Vassillev y Pablo Picasso. 
La pintura es más fuerte que yo. Me hace hacer lo que quiere.
*

Lo que busco en este momento es la palabra que diga desnudo sobre mi tela, de un golpe, sin vueltas.
Porque si sabes nadar y te arrojas al agua, nadas.
Es preciso buscar algo que se desarrolle solo, algo natural, no fabricado, que se despliegue tal como es, en forma natural y no en forma de arte.
La hierba como hierba, el árbol como árbol y el desnudo como desnudo.
Hay un momento en que si se llega a hacer lo que se quiere, los senos se ponen en su lugar sin que sea necesario dibujarlos.
*
Intento comprender. Intento meterme en la piel de X (un pintor abstracto). Pero no hay modo. ¿En qué puede pensar?, cuándo está en su taller solo frente a su caballete...? ¿Por qué está haciendo la misma tela desde hace diez años? Esto es algo que me tortura. ¿En qué puede pensar...? ¡Debe aburrirse espantosamente...!
*
Hay que hacer contra. A partir del momento en que se empieza a hacer pro, todo se jode.
*
Los verdaderos cuadros, si se acerca a ellos un espejo debería cubrirse de vapor, de aliento vivo, porque respiran.
*
El secreto está en no pintar sino lo que se ama.
*
Yo no pinté la guerra porque no soy de esa especie de pintores que va, como un fotógrafo, a la búsqueda de un tema. Pero no hay duda de que la guerra existe en los cuadros que hice en ese momento. Quizá más adelante un historiador demuestre que mi pintura cambió bajo la influencia de la guerra. Yo mismo no lo sé.
*
Nueve de cada diez veces cuando un pintor dice: esta tela no está terminada totalmente... le falta algo... hay que terminarla...nueve de cada diez veces puedes estar seguro de que para acabarla va a acabar con ella. Ya sabes como terminan los fusilados. Con un tiro en la cabeza.
*
Pinceladas que no tienen ningún significado no harán nunca un cuadro. Yo también doy pinceladas y a veces hasta se diría que es arte abstracto... Pero siempre significan algo: un toro, una plaza de toros, el mar, la montaña, la muchedumbre... Para llegar a la abstracción siempre hay que comenzar por una realidad concreta...
*
El arte es el lenguaje de los signos. Cuando pronuncio hombre evoco al hombre; esa palabra se ha vuelto el signo del hombre. No lo representa como podría hacerlo la fotografía. Dos agujeros es el signo del rostro, suficiente para evocarlo sin representarlo... Pero ¿acaso no es extraño que uno puede hacerlo por medios tan simples? Dos agujeros es bien abstracto si uno piensa en la complejidad del hombre... Aquello que es lo más abstracto es, quizá, el colmo de la realidad.
*
En el fondo todo no depende más que de sí mismo. Es un sol de mil rayos en el vientre. El resto no es nada. Es únicamente por esto, por ejemplo, que Matisse es Matisse. Es que él lleva ese sol en el vientre. Es también por esto que de vez en cuando hay algo.
*
A los cuadros se los hace siempre como los príncipes hacen a sus hijos: con pastoras. Nunca se hace el retrato del Partenón; jamás se pinta un sillón Luis XV. Se hacen cuadros con una choza del mediodía, con un paquete de tabaco, con una vieja silla.
En el fondo no hay más que el amor. Sea el que sea. Y se debería reventar los ojos a los pintores como se hace con los jilgueros para que canten mejor.
*
Cuando se parte de un retrato y se busca por eliminaciones sucesivas hallar la forma pura, el volumen nítido y sin accidente, se termina fatalmente en el huevo. De la misma manera si se parte del huevo se puede llegar, siguiendo el camino y finalidad opuestos, al retrato. Pero el arte, creo, escapa a este recorrido demasiado simplista que consiste en ir de un extremo a otro. Es necesario poder detenerse a tiempo.
*
Me comporto con mi pintura como me comporto con las cosas. Hago una ventana del mismo modo que miro a través de una ventana. Si esta ventana abierta no queda bien en mi cuadro, corro una cortina y la cierro como lo habría hecho en mi cuarto. Es necesario actuar en la pintura como en la vida, directamente. Desde luego que la pintura tiene sus convenciones que es necesario tener en cuenta, puesto que no es posible actuar de otro modo. Por esta razón es necesario tener constantemente bajo los ojos la presencia de la vida.
El artista es un receptáculo de emociones venidas de no importa donde: del cielo, de la tierra, de un pedazo de papel, de un rostro que pasa, de una tela de araña. Es por esto que no hay que distinguir entre las cosas. Para ellas no hay títulos de nobleza. Es necesario apropiarse de lo suyo donde se lo encuentre, salvo en sus propias obras. Tengo horror a copiarme, pero no dudo, cuando se me muestra un cartapacio de dibujos antiguos, en apoderarme de cuanto quiero.
>*
La guerra española es la lucha de la reacción contra el pueblo, contra la libertad. Toda mi vida como artista no ha sido más que una lucha continua contra la reacción y la muerte en el arte. ¿Cómo podría alguien pensar por un momento que yo pudiera estar de acuerdo con la reacción y la muerte? Cuando la rebelión comenzó, el Gobierno democrático republicano, legalmente electo, me nombró Director del Museo del Prado, un puesto que yo acepté inmediatamente. En el panel que estoy trabajando ahora y que se llama Guernica, así como en mis recientes obras de arte, he expresado claramente mi repudio y horror hacia la casta militar que ha hundido a España en un océano de dolor y de muerte.
*
A nadie se le ha ocurrido pedir a un químico que de sus mezclas salga una reacción o un precipitado bonito.
*
Yo hago los objetos tal como los pienso, no tal como los veo.
*
El arte no evoluciona, sino que marcha.
*
Pintores hay que transforman el sol en una mancha amarilla, pero hay otros que con la ayuda de su arte y de su inteligencia transforman una mancha amarilla en un sol.
*
La realización de un cuadro parece con frecuencia haber sido generada espontánea, incalculablemente. Las gentes hablan del naturalismo en oposición al arte moderno. Pero ¿ha visto alguien una obra de arte natural? La naturaleza y el arte son dos fenómenos perfectamente disímiles.
*
¿Qué es el arte? Si lo supiera tendría buen cuidado en no revelarlo. Yo no busco, encuentro.
*
Si a mí me preguntase un pintor lo primero que necesitaba hacer para pintar una mesa, yo le diría: medirla.

0 comentarios: