Marco Denevi: The female animal
antología imaginaria
Julieta se levanta, se viste de raso, de brocato, de terciopelo (de todas esas cosas), se calza chapines de seda, aprisiona sus cabellos en una red de hilos de oro, se colorea las mejillas de agua de púrpura, los párpados con tierra de Egipto, los labios con pasta carmín, se perfuma con esencia de rosas, se adorna con collares, con pendientes, con pulseras, con anillos, se mira en el espejo, sonríe, suspira y sale al balcón. Toda Verona arde en riñas callejeras entre Montescos y Capuletos. Y en el centro mismo de la vasta reyerta, Romeo, con un puñal clavado en el pecho, yace de cara al cielo indiferente. Julieta vuelve a su alcoba, se arranca los collares, las ajorcas, los anillos, los pendientes, hace volar por el aire los chapines de seda, se rasga el raso, el brocato, el terciopelo, se araña el rostro, arrasa con el agua de púrpura la tierra de Egipto y la pasta carmín, llora, grita: "¡Y para ésto me vestí!".
(George Cahoon, en la Greenwich Review, nº 1, 1963.)
2 comentarios:
06:28
:-)
18:21
Me parece un cuento muy original, como Denevi pudo extraer el contexto de una novela tan conocida como ROMEO Y JULIETA y el toque irónico, pero a la vez gracioso de su Final...
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