bukowski

bukowski

la muerte se está fumando mis cigarros

sabes: otra vez estoy borracho
aquí
escuchando a Tchaikovsky
en la radio.
por Dios, lo escuché 47 años
atrás
cuando era un escritor muerto de hambre
y aquí está
otra vez
y ahora soy un éxito menor como
escritor
y la muerte se pasea
por todos lados
en esta pieza
fumando mis cigarros
chupando de mi
vino
mientras Tchaik se abre camino
por su Patética,
que viaje ha sido
y la suerte que he tenido fue
porque lancé los dados
bien:
pasé hambre por mi arte, pasé hambre para
ganar 5 malditos minutos, 5 horas,
5 días-
sólo escribir la palabra
justa;
la fama, el dinero, no importaba
quería la palabra impresa
y ellos me querían en una perforadora,
una fábrica de producción
ellos querían que fuera un empleado de una
tienda de departamentos.

bueno, la muerte dice, mientras se pasea,
te voy a agarrar de todas formas
no importa lo que hayas sido:
escritor, chofer de taxi, cafiche, carnicero,
paracaidista, te voy a
agarrar…

está bien nena, le digo

chupemos juntos ahora
mientras la una a.m. se desliza a las 2
a.m. y
sólo ella conoce el
momento, pero he podido estafar-
la: tuve mis
5 malditos minutos
y mucho
más.

ellos y nosotros

allí estaban todos afuera en el porche delantero
conversando:
Hemingway, Faulkner, T.S. Eliot,
Ezra Pound, Hamsun, Wally Stevens,
e.e. cummings y algunos otros.

"oye", dijo mi madre, "¿no puedes
decirles que se queden callados?"

"no", le contesté

"están hablando pura basura", dijo mi
padre, "deberían andar buscando
empleo"

"tienen empleo", le dije

"huevadas", dijo mi
padre

"exacto", le
dije

entonces Faulkner entró
tambaleándose
encontró el whiskey en el
armario y salió con
él

"que persona más terrible"
dijo mi madre

entonces se levantó y espió afuera
a la entrada
"tienen una mujer con ellos",
dijo, "sólo que parece
hombre".

"ésa es Gertrude", le
dije.

"hay otro tipo mostrando sus
músculos", dijo ella, "diciendo
poder darles la tunda a cualquiera de los
tres".

"ése es Ernie", le dije.

"¡y éste", mi padre me apuntaba,
"quiere ser como ellos!"

"¿es cierto eso?" mi madre preguntó.

"no como ellos", le dije, "sino uno de
ellos".

"tú te consigues un maldito empleo",
me dijo mi padre.

"cállate", le dije

"¿qué?"

"dije `cállate´, estoy tratando de escuchar a
estos hombres".


mi padre miró a su esposa:
"¿éste no es hijo
mío!"

"espero que no", le dije

Faulkner entró tambaleando a la pieza
Otra vez.

"¿dónde está el teléfono?"
preguntó.

"¿para qué mierda lo quiere?" mi padre
preguntó.

"Ernie acaba de volarse los
sesos", le dijo.

"¿ves lo que le pasa a hombres como
esos?" gritaba mi padre.

me levanté
lentamente
y ayudé a Bill a encontrar
el
teléfono.

los suplentes

Jack London bebiéndose la vida y a la vez
Escribiendo sobre extraños y heroicos hombres.
Eugene O´Neill bebiéndose a sí mismo distraído
y a la vez escribiendo sus oscuras y poéticas
obras.

ahora nuestros modernos
dan charlas
clases en las universidades
de traje y corbata,
los pequeños niños sobriamente estudiosos,
las pequeñas niñas con sus ojos vidriosos
mirando-
los,
los céspedes tan verdes, los libros tan aburridos,
la vida tan muriéndose de
sed.

un poeta en Nueva York

cenando afuera esta noche
encuentro una mesa desocupada
y mientras espero mi pedido
saco una copia de mi esposa de
Un Poeta en Nueva York.
Suelo llevar conmigo cosas para leer
para así no tener que mirar a
la gente.

encuentro que los poemas son malos (según yo)
estos poemas escritos en 1929
el año en que la bolsa de valores
quebró.

cierro el libro y miro a
la gente.

mi pedido llega.
la comida también está mala.

algunos dicen que lo malo y lo bueno
vienen en alternativas rachas.

eso espero.
espero por lo bueno, pongo un trozo
pollo al limón en mi
boca, lo masco
y finjo que todo está
más o menos
bien.

un día extraño

era uno de esos calurosos y agobiantes días en Hollywood
Park
y una inmensa multitud, una
cansadora, grosera, tonta
multitud.

gané en la última carrera y me quedé a recoger el premio y cuando
me subí al auto
había una inmensa congestión de autos intentando
salir de allí.

entonces me saque los zapatos, me senté y esperé, prendí la
radio, con suerte encontré música clásica, encontré
un poco de whisky en la guantera, lo destapé
y tomé un
trago.

dejaré que todos salgan
pensé, después me
voy.

encontré tres cuartos de un cigarro, lo prendí, tomé otro trago
de whisky.

escuchaba la música, fumaba, tomaba del
whisky y veía a los perdedores
salir.

incluso había por allí un jueguito de mierda
a unas 100 yardas al
este

entonces aquello
terminó.

decidí terminarme el poco
de trago.

eso hice, me estiré en el
asiento.

no sé cuanto tiempo
dormí
pero al despertar estaba oscuro y
el estacionamiento estaba
vacío.

decidí no ponerme los zapatos, encendí el auto
y salí de
allí…

al volver a mi lugar pude escuchar el teléfono
que sonaba.

mientras metía la llave en la puerta y la abría,
el teléfono seguía
sonando.

caminé, levanté el
teléfono.

"¿aló?"

"hijo de puta ¿dónde has
estado?"

"en el hipódromo"

"¿el hipódromo? ¡son las 12 y media de la noche! ¡he estado
llamándote desde
las 7 de la tarde!"

"recién acabo de llegar del
hipódromo".

"¡no te creo!"
y ella colgó.

caminé hacia el refrigerador, saqué una cerveza, fui
al baño, dejé el agua corriendo en la
tina.
terminé la cerveza, saqué otra, la destapé y
me metí en la tina.

el teléfono sonó
de nuevo.

salí de la tina con mi cerveza y
dejando todo mojado
caminé hacia el teléfono, lo levanté.

"¿aló?"

"¡hijo de puta, todavía no
te creo!"

y me colgó.

caminé de vuelta a la tina con mi cerveza,
dejando una estela de
agua.

en cuanto logré meterme a la tina
el teléfono sonó
otra vez.

lo dejé sonar, contando las
veces que lo hacía: 1,2,3,4,5,6,7,8,9,
10,11,12,13,14,15,
16,…

ella colgó.

entonces, unos 3 o 4 minutos
pasaron.
el teléfono sonó
de nuevo.

conté las veces:
1,2,3,4,5,6.7.8,
9,…

entonces hubo
silencio.

en eso me acordé que había
dejado mis zapatos en el
auto.
no importaba, sólo que tenía
un par.

no era probable, sin embargo, que alguien
quisiera alguna vez robar ese
auto.
me salí de la tina para buscar otra
cerveza,
dejando otra estela
tras de mí.

era el final de un
largo
largo
día.

Los poemas corresponden al libro "La Muerte se está fumando mis cigarros", con traducción de Yanko González y Pedro Araya, en Ediciones Bajo el Volcán, Santiago, Chile, 1996.

Más poemas de Buk

Un cuento sobre Buk

8 comentarios:

En verdad digo, hay sólo dos poetas que puedo leer hasta el final; Bukowski y Vera. ¡Salud por los dos!

Anónimo dijo...
23:10
 

jajjajajja...qué alegria...hay uno, dos , tres, cuatro poetas que leo hasta el final...y si los dejo en inconcluso, no me atormenta...

saludos hugo desde mi estrella distante...

a ver si te linkeo...soy tímida con este asunto de los links...

qué alegría leer a buk siempre hugo...gracias...

Anónimo dijo...
19:02
 

el mundo visto desde la ventana de un 3er piso


estoy observando a una niña
vestida con un suéter verde claro
shorts azules.
calcetas negras
trae puesta una especie de collar
pero sus senos son pequeños, poca cosa,
se mira las uñas
del mismo modo en que su mugroso perro blanco
olfatea el pasto
en círculos erráticos
también hay una paloma, dando vueltas,
y un anciano raquítico
en su último invierno
se va de hocico
empujado por una niña con uniforme
de escuela católica;
en algún lugar están los Alpes,
en este momento algunos barcos cruzan el océano;
hay montones y montones de bombas H y bombas A,
suficientes para hacer explotar 50 veces el planeta y hacer caer a Marte,
pero todos siguen dando vueltas,
la niña cantonea las nalgas,
y ahí están las colinas de Hollywood,
repletas de borrachos y locos
algunos se besan en los coches,
y esto no es bueno: che será será:
su sucio pero blanco simplemente no caga,
y ella,
lanzando una última mirada a sus uñas
con mucho movimiento para sus nalgas
baja las escaleras hacia su patio
arrastrando a su perro estreñido (al que nada le importa)
y me deja observando a la más cacofónica
de las palomas,
en fin,
a como están las cosas
relax
las bombas no se lanzarán jamás.


Charles Bukowski, el mundo visto desde la ventana de un 3er piso, poemas selectos (1955.1965) P. 23,24.

Anónimo dijo...
19:03
 

Ya vengo después a colgar más
(si me lo permites)

Un abrazo.

Anónimo dijo...
12:48
 

NO ROXANA POR FAVOR

Sí Roxana. Dale.

grande, siempre puedes contar con el

Recien acabo de descubrir a Bukowski y no puedo creer todo lo que me estaba perdiendo.