No recuerdo

No recuerdo

Acaba de venir a comprar Gloria. Y no recuerdo. La verdad que no recuerdo. Vive a la vuelta de casa. Hace un par de años que no venía. Es la madre de Juan y de Felisa. Cuando yo era niño ella era joven. Cuando yo era joven ella era vieja. Ahora ella es muy vieja. Nos saludamos cariñosamente. Como corresponde. Llevó cloro, dos plátanos y un litro de aceite. Dejó saludos para mi abuela y me comentó que Juan y Felisa viven en Santiago de Chile. Y no recuerdo. La verdad que no recuerdo. No recuerdo si me acosté con ella o no.

12 comentarios:

Fogonazos de la memoria. Aquel librero de la calle Salta que amaba a Castelao, es un recuerdo arltiano, sin embargo no proviene de los años 20, siquiera de los treinta, es de los setentas, después de los hippies y el auge de los consoladores y vibradores. Y es verdad, tiene una antiguedad abismal. Como vos decís, la millonada poblacional de entonces a hoy se dobló y la calle es un apocalipsis que hormiguea sin la disciplina de las hormigas y ni la librería ni el librero existen por nunca jamás.
Supongo que también hay hijos olvidados o que el descuido dejó dentro de un profiláctico.
Para mi que la viejita es simpática y regalona y sea como sea, recuerdo o no recuerdo, nunca está de más mostrarle la poronga a una buena clienta que compra cloro, sin malicia ni malas intenciones y aclarando las cosas: "Vea doña, no recuerdo si enfundamos la mandolina o no. Pero aquí tiene de lo mejorcito que tengo para dar. Agarre con confianza que es grátis, historia o no historia".
Muy lindo Natales.

hugo, si no te acordas es porque nada sucedio.Lo que tendrias que contar es de quien te acordabas en el momento en que la doña entro a comprar.No estarias viajando por San Telmo o el Parque Rivadavia,¿no?

Anónimo dijo...
23:24
 

Insisto, si una señora respetable inspira un recuerdo con esas características y ese recuerdo es confuso, el muestre de verga es obligado como corresponde a un almacenero correcto con su clientela.
Hay clientela para todo y el reino vegetal que se mercadea usualmente, ornamenta en buena forma tanto los culos de damas antiguas como los de pescadores jubilados . Algunas viejas dulces se ofrecen públicamente como "abuelitas sin dientes" para excitar padrillos.
"¿Cloro quieres? Observad con cuidado el puntal de mi cipote".
La ostentación siempre fue orgullo de fauno y paz del vecindario.

Seguiré los consejos de Yoel a rajatabla. Aumentaré la clientela, eso seguro. Veré con asombro como turistas rumanas, neozelandesas y dominicanas hacen colas pidiéndome uno que otro vegetal, tendré cuidado con los profilácticos, no como ahora que los dejo olvidados sobre la tv, un libro de Borges o encima del scaner. Talvés no gane mucho dinero pero la diversión está ad portas.

Un abrazo para mi querido amigo Hugo Villalobos poseedor de un blog fenomenal de fotos y palabras. Cómo te has superado amigo Hugo después de las lecciones de fotografía que te di en Buenos Aires (bromas). Un abrazo querido amigo.



hugo

Anónimo dijo...
09:17
 

Seg�n las indicaciones del maestro calle, no solo las turistas neozelandesas ser�n abastecidas, sino que tambi�n sus maridos. Como ejemplo sirva la experiencia personal del maestro Calle:
"Mucho antes que estrenaran la pel�cula "Teorema", viaj� a Maracaibo a visitar a un amigo que se hab�a instalado all� y mi amigo se hab�a casado con una mujercita preciosa. Mi amigo me dej� viviendo en su casa y mientras �l iba a desempe�ar sus tareas laborales, la mujercita y yo hac�amos el amor de forma muy bella. Un d�a, mi amigo lleg� antes de lo previsto y nos descubri� a los dos en la cama y yo, so�ador, con la verga dura. Se puso como loco, desesperado. Entonces le dije: "Calma hombrecito, no sufras, que para t� tambi�n hay". Pero mi amigo no quiso. Fue a buscar un arma y yo tube que volver r�pido a Colombia".
La ense�anza del maestro Calle es n�tida. Inici� el culeo consuetudinario porque la mujercita empez� a menear el culo cuando su marido sal�a a trabajar, y ante el disgusto del marido, Calle hizo lo que la nobleza indica, con humildad ofreci� el pijo ante la situaci�n.

Querido Hugo, gracias por tus palabras y por aquellas clases de fotografia. Estas lineas para compartir con vos y el amigo que vende libros en el Paseo La Plaza lo siguiente:
http://weblogs.larazon.com.ar/fototeca/

entra allí y te encontraras con tus post, en Buenos Aires.

Saludos cordiales
hugo

¡¡He!! que sorpresa eso de los weblogs de La Razón. Muy linda Cecilia, bah en buenos aires son todas lindas, acá hay como 4. ¿Te recuerdas Hugo si fuistes tú el que nos tomó algunas fotos con Yoel en el Parque?. En una de esas fuimos tus conejillos de indias. Muy lindas las indias también.



hugo

yo fui, algun dia encontrare los negativos ( que cosa antigua ¿no?)y te mandare esas fotos en que todos estabamos, mas jovenes, mas flacos, con mas pelos y seguramente mas graciosos

Solamente yo estoy mas viejo, mas, mas gordo, mas pelado y menos gracioso. Una de las fotos es la que se puede observar acá

Anónimo dijo...
20:16
 

Hugo: Sólo para decirte que siempre leo inmaculada decepción. ¡El mejor blog de Chile! Te envié otro comentario pero no sé si lo recibiste... Me gustaría comunicarme contigo. Sí, ya sé que siempre te digo "tenemos que hablar" y nunca cumplo...
Alejandro

Anónimo dijo...
20:29
 

Parece que ahora sí logré entrar. Todas las historias del almacén me parecen geniales. Esos diálogos con "Pocos Pelos" son insuperables. ¡Encontraste esa voz que llevo buscando desde hace 40 años!
Lo que pasó o no con esa vecina es una evidencia más de que la memoria nos juega trucos. ¡Cómo será que yo ni me acuerdo de la fotografía de las Últimas Noticias que usé en el baño la semana pasada! Hasta ahí lo dejo (como decían los antiguos).
Alejandro

Gracias Alejandro. Cómo va la cosa por Chicago y la University. Acá todo tranquilo. Violaron a una mujer entre cinco. Asaltaron a Memo Chelech entre cuatro. Robaron animales de una estancia entre tres. Asaltaron y acuchillaron a un jubilado entre dos y un tío dejo embarazada a su sobrina. Supongo que en Chicago todo es más violento. Pero acá estamos, jugando al truco contra el diablo que tiene el as de espadas, el garrote de bastos y el siete de espadas. Un abrazo desde la Patagonia.


hugo