Escritoras borrachas en Puerto Natales
Este año nuevamente me tocó abrir el NatalesPartyHardcore en su séptima versión. Lo que yo hago es calentar el ambiente. Después vienen los otros chicos. La otra historia. Como siempre en el bar de Bruno. Un centenar de mujeres locas y ebrias. La música industrial a todo volumen. Las luces girando. Territorio liberado. Este año la hice de gladiador. Por ambos lados de la pasarela las chicas tomando tragos y gritando. Desaforadamente. Tierno y rudo a la vez. Me paseo con prestancia de un lado a otro de la pasarela. Tiro el sayo rojo sobre la cabeza de Virginia Wolff. Le entrego mi escudo de armas a Victoria Ocampo. Mi tridente va a parar a las manos de Simone de Beauvoir y el casco se lo doy a Susan Sontag. Giro sobre mis talones. Todas quieren sacarme el taparrabos. Sé que debo caminar rápido por la pasarela. Un breve cambio de ritmo y saco lentamente mi camiseta de hilo. Gritos y susurros. El ambiente está caldeado. De nuevo el ritmo frenético. Veo a Anaïs Nin más loca que nunca. Rosa Luxemburgo totalmente borracha. Alejandra Pizarnik mostrando las tetas. Abrazadas veo a Gabriela Mistral con Doris Dana. La yegua loca de Rosalía de Castro está a más no poder. Más allá la tonta de la Storni. Delmira Agustoni que me hace gestos obscenos, más borracha que nunca. Todas quieren tocarme. Todas quisieran poseerme. Soy su objeto del deseo. Y yo lejano. Orgulloso. Incansable. Inalcanzable. De ida y vuelta. De un lado a otro. Giro y giro. Se sube Marguerite Yourcenar con una silla de plástico amarilla. Se sienta. Yo me siento encima de ella. A horcajadas. Toca mi pecho. Se mueve. Me muevo a su ritmo. Todas gritan. La bajo de la pasarela. Se pone histérica. Trastabilla, cae. Completamente borracha. Veo entrar a Marianne Moore junto a Sylvia Plath. Esas tías son de temer. Ya en versiones anteriores me causaron problemas. Es que cada año las mujeres están más descontroladas. Pero este será mi último año. Lo juro. Se apagan las luces. Cambia la música. Me retiro. Entran los efebos. Desde la calle aun puedo escuchar los gritos de las locas borrachas. Tomo un taxi. Llueve.
13 comentarios:
10:19
Son parte de la obra vertiginosa de la vida, festín y vendimia...Sara Kane faltó revolotiando por allí.
11:04
Daniela: El bus que traía a Sara Kane desde Punta Arenas, se quedó atascado en la nieve. No llegó a tiempo.
08:59
Intocable tú, e intocables ellas...
tal vez hubiera sido interesante quedarse entre bastidores despues de la caida del telón e invitar a tus preferidas a un par de copas, para soñar a qué sabría la piel de Virginia, o como sería el tacto de los cabellos de Marianne, o el timbre de los gritos de Sylvia, o la fuerza de las piernas de Simone...
¿no?
sueño a medias
11:40
Supongo que en casa te esperaba Erica Jong,molesta como suele hacerlo cuando sales y la dejas haciendo labores domésticas.
07:22
si, pero shhh... no se lo digas a nadie...
jajaja ¿Como lo supiste??
09:29
Un poco por el template y por la foto de abajo. Nada más. Pero me gustó. Mucho. Y el nombre polarporn, genial.
11:10
la foto de abajo?? no entiendo nada... pero si alguna vez necesitara investigar a alguien tú llevarías el caso.
11:34
gracias por tu confianza polarporn, seguro que descubriríamos al inocente.
03:59
este también está buenísimo!
Saludos,
Simone de Beauvoir.
23:44
Gil machista y plomo pseudo intelectual:lo ultimo que desearían, estas mujeres que sentían y pensaban un poquito mas que vos, es poseerte: una joda orgiástica loca!! jua..ni en tus sueños..bien que por lo menos te de pa redactarlo..
Voy viendo unos minutos mas los tristes homenajes que les haces a las mujeres en tu triste blog..y no vuelvo nunca mas! visita uno que vale la pena..ya te paso el enlace..espera un toque.. ahí va..
01:47
Esto es una maravilla. El mejor pos del mundo, entré buscando cualquier cosa y me encontré con esto genial, es de lo mejor de lo mejor y gracias
03:21
Yo estuve esa noche alli y doy fe de que todo aquello acurrió realmente me calente con Virginia Wolff
15:59
El que escribe esto está completamente loco por lo menos eso creo.
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