Soñé con un campo cubierto de amapolas

Soñé con un campo cubierto de amapolas




S

oy una chica normal. Debo ser buena. Comprensiva. Tolerante. Saludar por las calles, en los supermercados, por cada lugar que paso. Pero por una simple cuestión de higiene personal, siempre voy armada. Llevo mi metralleta. Mi AK-47 cuerno de chivo. Siempre voy armada. Matando gente a lo loca. Con mi AK-47 ayer caminé por las calles del pueblo. Maté a cinco poetas. Un cura. Tres señoras de la Caridad. Dos taxistas. Un alcalde. Dos concejales. Un agente de turismo. Un dueño de un prostíbulo. Tres agentes policiales. Cuatro profesores. Un sociólogo. Un pintor. Un juez. Un abogado. Un director de colegio. Un comerciante. Veinte agentes culturales. Dos músicos. Un farmacéutico. Un vendedor de diarios. Una mujer en silla de ruedas. Luego regresé a mi cuarto. Más tranquila. Sosegada. Liberada. Pausada. Puse el Cd Epistrophy de Thelonious Monk. Me serví una Vaina. Leí un par de páginas de La importancia de vivir de Lin Yutang. Luego me fui a la cama. Soñé con un campo cubierto de amapolas.


10 comentarios:

Anónimo dijo...
01:43
 

¡Mierda Hugo! Quiero fumar lo que tu fumas

AG dijo...
07:52
 

Un campo cubierto de amapolas debe de ser lo más hermoso del mundo. Me gustó mucho tu post de hoy.

Allá por el 72, cuando con Marta presentamos en Costa Rica "Sharon Sharon Manson Manson", luego de los funciones haciamos "forum".
La obra era sobre los crímenes de Manson con música de los Beatles, imágenes del ratón Mickey, etc., un espectáculo con tendencia al musical. Ya cuando lo estrenamos en Bogotá recuerdo a dos adolescentés refumados que me vinieron a saludar al camarín. Estaban conmovidos: "¡Qué onda chévere matar burgueses, man!" "¡Cheverísimo!". Curiosamente, a los pocos días comenzaron a suceder en los alrededores de Bogotá, asesinatos que imitaban a los del clan Manson.
En aquel forum de Costa Rica mientras intercambiábamos boludeces con el público, de pronto hablo un hombre moreno y robusto: "¿Porque hacen apología del crimen? Matar es una experiencia triste. Se lo digo yo que maté un hombre con mis manos".
Silencio. Nadie del público ni de los actores salió con "Yo maté un montón y no pasa nada". A partir de ese momento el hombre (José León Sánchez) contó su experiencia, dijo que acababa de salir de la cárcel y promocionó su libro autobiográfico recién publicado: "La isla de los hombres solos". Libro que en 1973 fue llevado al cine mejicano por un desopilante René Cardona.

n. dijo...
18:34
 

interesante el detalle etilico de la vaina, y la sobrepoblacion de agentes culturales, un abrazo!

E dijo...
20:33
 

Y hubo una mujer metralleta y la imaginé tal cual. Si escucha Thelonious Monk es preciso soñar con campos cubiertos de amapolas.
Gracias por el consejo, suprimiré Tapsín. Vuelvo al tilo con miel. No veai mi blog, es pura farándula por estos días.

Anónimo dijo...
17:11
 

Y la sobrepoblación de poetas (para n.). Yo pienso que si alguien mata así de esa manera y con el arma que Hugo describe, cuando sueña con campos de amapolas tiene que soñar con un campo enorme de color verde lleno de gotas de sangre. Las amapolas deben ser sangre roja y brillante bajo el sol y en los sueños de cualquier psicópata debe ser la imagen más hermosa del mundo (para AG). No sé como dispersa la sangre el arma AK-47.
Sólo el autor sabrá por que sueña la protagonista con un campo de amapolas. Igual que Philip K. Dich tenía que saber por qué soñaban sus androides con ovejas eléctricas, Hugo deberá saber por qué su chica sueña un sueño tan hermoso. Que para mí es pura sangre.

Anónimo dijo...
19:07
 

hola, escribo porque quería escribir en el consultorio sentimental pero no se puede. Me gustó leer el consultorio, me gustó mucho y quería dejar un correo de consulta pero como no me dejó el pecé escribo aquí. Ya no recuerdo que era lo que quería consultar pero aprovecho para consultar al mantenedor del blog (hola Hugo) si sigue operativo el consultorio sentimental.
(Non te cabrees de leres isto, xoaniña das patacas)

Hugo. tal vez tengas razón en lo que no dijiste... El toqueteo de los lugares antiguos (ese agujero íntimo donde se entrometen paidos sicoanalistas)aclara este momento creible.
Increíblemente, "roma" no es "amor".
Estoy en pedo.

Anónimo dijo...
08:59
 

sin palabras viejo

Anónimo dijo...
16:49
 

Soy una nena y la única arma que uso es el arma de mi seducción, luego les doy una pastilla de cianuro.