rimero fue Adrian. A mis padres les encantó. Apenas se los presenté, los maravilló. Luego llegó Manuel. Fue mi compañero perfecto, a mis padres, mis hermanos, mis amigos, les encantó. Tuve una hija con él. Luego conocí a Roberto. Lo llevé a casa y se robó la película. Es que Roberto era genial. Todo mi familia lo adoraba. Me casé con él. Nació mi segundo hijo. Luego me separé. Dos años de matrimonio espantoso. Luego vino Julián. Un amor. Verdaderamente un amor. Esplendor puro de amor. Termas, masajes, viajes y un atardecer en Acapulco el 2005. Mi familia encantada con Julián. Terminé con Julián. Luego Cristóbal. Un maravilloso ejemplar. Hacía reír a mi padre. Mi madre lo adoraba. Mis hijos lo consideraban su padre. Murió en un accidente. No quiero hablar de aquello. Después vino René. Todo mi familia lo adoraba. Mis hijos eran sus hijos. Jugaba tenis con mi hermano. Mi padre encantado. Fue lo mejor en años. Eso pasó. Ya fue. Ahora estoy con Leandro. Lo adoro. Ambos tenemos Facebook. Nos escribimos cosas. Subimos fotos. Sé que mis amigas me envidian. Leo lo que escriben. Tenemos cientos de amigos. Mi familia está feliz porque ellos me ven feliz. Es lo que importa. Mi familia es feliz. Yo soy feliz.