Amanecerás espléndida como una rosa

Amanecerás espléndida como una rosa


H

a llovido todo un mes en esta casa. Esto en verdad puede resultar raro. Sí que es raro. Fuera de casa no llueve. Llegan amigos y sus ropas lucen impecables. En cambio yo acá, pasado por agua. Y me preguntan evidentemente que por qué llueve. Que por qué llueve dentro de casa. En verdad no sé qué responder. Salvo decirles que ha pasado antes. Que antes, más de una vez, también ha llovido sólo acá, dentro de casa. Dicen: es rarísimo. Ya mis amigos dejaron de venir. Los que vivían conmigo se han ido. Solo yo aquí, prisionero de la lluvia. Ya nadie llega a esta casa. Nadie. En donde continúa lloviendo a mares y en donde, también, hasta los fantasmas dejaron de venir.

TODA PLEGARIA ACUMULADA

Con largos colmillos incrustados
al filo de horizonte,
la angustia me mira y sobrepuja,
yo parpadeo y sonrío
viendo pasar su larga melena.
Espero del rocío una palmada
violenta,
indescifrable,
que abarque en un instante
toda plegaria acumulada.



5 comentarios:

Anxos dijo...
07:17
 

Hugo, no olvides que una vez, entre lluvia y lluvia, apareció el arco iris en la sala. Eso sí que fue rarísimo. Y muy hermoso.
Besos

Anónimo dijo...
08:43
 

Me quedo a vivir aquí, aunque llueva.
Fdo. Amanecícomounarosa

Llueven plegarias...?

Mil gracias, porque he descubierto que cualquier cosa que yo quiera decir, ya lo ha escrito usted antes.
Un saludo desde Groenlandia.

Anónimo dijo...
03:11
 

esto es verdaderamente genial Hugo. un abrazo, te quiero.

Vero