Una chica de Medellín

Una chica de Medellín

Una chica de Medellín me escribe. Iba en su auto rumbo a la Universidad y escuchó una sirena. Se acordó de algo que escribí. Era un relato. La caja negra de Susan. Hoy fui con un amigo a la biblioteca del pueblo. Retiré dos libros. Uno de Bolaño y otro de Teillier. Ya al despedirme del dependiente, le pregunté por simple curiosidad. Por ese ego que tenemos dentro. Por preguntar por preguntar. Quienes habían solicitado mi libro escrito seis años atrás. Libro que había regalado a la biblioteca del pueblo. Me preguntó que cómo se llamaba el libro. Se lo dije. Me dijo que nadie. Volví a casa y preparé la cena.

4 comentarios:

Nos leemos por internet.
Pablo, el hijo de mi amigo Roberto, me dijo que los blogs tienen una vida de 10 años. Que cumplido el ciclo, Google los borra...
Seguramente esto está especificado en laa pequeña letra del inmenso discurso del contrato con el usuario.

Lo dice el Eclesiastés, y vi que nadie me leía, y comprendí que desear que me leyeran también era vanidad de vanidades y apacentarse de viento, así que me volví a casa y me preparé la cena.

Teresa dijo...
18:31
 

me temo que es parte de la inmaculada decepcion de la que habla tu blog....

Más perturbador hubiera sido lo contrario, que "el tigre" estuviera en el top ten de los más requeridos libros de poesía. ¿A Bolaño y a Teillier los piden mucho? Tampoco lo creo. Un saludo!