Portuguesa

Portuguesa

Pienso que tendré que lidiar con esto. Que no tengo otra. Me gustaría escribir un cuento de cuando Phil conoció a Susan. Me tomo dos anti inflamatorios y lo salgo a buscar. Una señora, pienso que portuguesa, me abre la puerta. Lo llama. Le digo, mira como tengo mi pierna, apenas la arrastro. Me recojo el pantalón y la pierna allí, roja, hinchada, tumefacta. Seguramente explotará. La pierna le habla y le dice: mira como estoy, nos costó mucho dar contigo, son nuestros últimos movimientos. ¡Tened piedad Dios mío! Observa y no dice nada. De mi chaqueta extraigo mi glock 17 con sus correspondientes cartuchos. Apunto sobre mi sien y disparo. La bala le dice: mira cómo ha quedado, ningún vecino podrá reconocerlo. Sonríe. Gira sobre sus talones. Da un brinco y la imagen se difumina.

2 comentarios:

Feliz 2012 Hugo.
Un abrazo
Beatriz


... y que llueva en el Paine para salvar esa maravilla.

Anxos dijo...
07:06
 

¿Cómo estás? ¿Se deshinchó la pierna?
Te quiero mucho. Besos y feliz año.