Todas las pelirrojas aterrizan en Barajas
Se habían terminado las vacaciones y tenía que partir. En Barajas la esperarían los amigos y la prensa. Eso seguro. Ella lo sabía. Había pasado antes. Siempre pasaba. Cuando me preguntó por una peluquería, no demoré mucho en recomendarle la mejor. Peluquería Sandra. Aunque nunca había ido a ninguna, me dejé guiar por la propaganda del canal local. Peluquería Sandra. La única peluquera del pueblo con estudios en Santiago. Tardó una eternidad y volvió llorando. A lágrima viva. Traía puesta sobre la cabeza un niqab y un casco de astronauta. Me dice: mira cómo me han dejado la cabeza cabrón. Por tu culpa cabrón. Se saca el niqab y el casco de astronauta y deja ver, el peinado más ridículo que vi en mi vida. Una mata rastafari de pelo rojo desopilante. Toma una botella de sidra que había sobre la mesa y me lo tira en la cabeza. Creo haber despertado en el momento que aterrizaba en Barajas.
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