Un economista a mi derecha por favor
No tengo nada específico contra los economistas. Es más, tengo un amigo poeta que lo es. Un extraordinario poeta que es economista. Pero en realidad estamos hasta la tusa de ellos. De la mayoría de ellos. Y también, por supuesto, de los depravados presidentes, ministros, alcaldes y gobernadores que los contratan. Para lavarles los calzoncillos. Dirigir un jardín de infantes. Un Centro Cultural o para repartir juguetes en navidad. No somos nada sin ellos los benditos. Están con su ególatra femineidad en cuanto lugar apetecible te imagines. Con sus corbatas al tono desentonan por doquier. Si quieres armarte tu lenocinio lo puedes contratar. Si te sobran cinco pesos también. Si vas de vacaciones a un pueblo cercano igual. No dan tregua. Aparecen por todas partes blandiendo su soberbia inteligencia entre el hipo y el descaro. Con un lenguaje obtuso e inconducente se han erigido en las viejas sabias de la aldea. Ocupan puestos predominantes en el cielo, la tierra y el mar. Dios los creo al octavo día. En los viejos pueblos de provincia se ocupan hasta del horóscopo. Tienen respuesta para todo, saben hasta de microbiología molecular. Además, se supone, se cree, se intuye, es lo que más saben. Es que nunca los verás quedarse calladitos. Nunca de ellos obtendrás una respuesta dubitativa. Aunque su respuesta sea un dislate. Si le preguntas cómo está, te responderá: en relación a qué. Y así van por el mundo, orondos de autosuficiencia plena y plana. Fuera de mi amigo poeta y de otro amigo que vive en Punta Arenas. No me gustan los economistas. No me gustan. Salvo que estén colgando de un árbol. Que no sea de manzanas por favor, por una simple cuestión de estética.
2 comentarios:
13:50
Son una especie endémica, pronto apareceran también en mi blog, pero por el momento me quedo con tus relatos, Hugo, he publicado tu cuento em Plus Ultra, espero que no te disguste á selección audiovisual que puse de mi pecunio. Un abrazo y salud. Buenísimo este también.
Manuel Marcos
22:33
Gracias Manuel Marcos, muy bueno todo y excepcional la música. Gracias de nuevo y un abrazo.
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