Ella me dice que necesita una liposucción. Le pregunto si ha probado con leer un libro. Hay una cosa que no pueden hacer los libros, me dice. Bajar de peso. Okey le digo, pero no tienes por qué comértelos. No te he dicho que forme parte de la dieta mediterránea. Solo leerlos. Será un mundo nuevo a tus pies. Podrás vislumbrar un horizonte preñado de regocijos. Podrás ver que no todo consiste en un culo firme y delineado. Una cintura de avispa si de verdad las avispas tienen cintura. Mira me dice: me das dos mil euros y el único beneficiario serás tú con un bello cuerpo de mujer a tu lado. Principalmente es por ti que lo hago. Te quiero ver feliz conmigo. Tanto como cuando lees la poesía de Teillier. Fue el colmo de los colmos. Abrí la botella de Champagne Moët Chandon Dom Pérignon Vintage 2000. Una botella que me había traído Ramón de su último viaje. Brindamos. Hacía cinco años que venía soportando a esa gorda de mierda. Fui cuidadoso. Pasó como un accidente. En un descuido se le vino encima el caballo de bronce sobre su cabeza. Eso declaré. El mismo caballo de bronce que me trajo Ramón en su penúltimo viaje. Su funeral me costó 1500 euros. Me ahorré 500. Una simple cuestión de economía. Supongo que habrá bajado de peso.