Aviones que estallan apenas despegar

Aviones que estallan apenas despegar

Entro a comprar al Supermercado. Dos o tres cosas y una botella de vino. Me pongo en una fila de tres. En la caja de al lado hay una fila de dos. Hago rápidamente un cálculo matemático. Me cambio de fila. Mi puesto que tenía en la fila de tres es ocupado por dos personas más. En la fila de dos a la cual me cambié, en la caja, está pagando una turista gringa. Hermosa y lejana. Impasible. Tranquila. La cajera le dice que debe volver a la sección panadería y poner precio a su compra de pan. La turista gringa de mierda. Hermosa y lejana. Impasible. Se dirige a la sección panadería a paso de mirar vidrieras por la Quinta Avenida. Vuelve con su sonrisa estúpida de mierda, una década después. Cuando el Supermercado ya ni siquiera existía. La atravieso con mi mirada y ella entiende que es un puñal sobre su corazón.

Siempre en mi puta vida he vivido tomando decisiones equivocadas. Doblo por esquinas que no debo doblar. Tomo trenes que me dejan en estaciones desconocidas. Barcos que naufragan. Aviones que estallan apenas despegar. Monto mansos caballos que me lanzan a kilómetros de distancia. Me hago hincha de clubes que en la temporada siguiente descienden. Adoro a escritores que luego se sabe plagiaron. Me enamoro de vestales con siete hijos. Eso me pasa. Aquello me pasó en el Supermercado. Una decisión equivocada. Una más entre tantas. Luego de pagar la cajera me dice: que le vaya bien.

2 comentarios:

Para mi que todo comienza con el cálculo matemático.
Lenguajes formales hay algunos, pero no se quieren entre ellos. Se anulan, hasta.
Si en lugar de eso hicieras...análisis semántico...¿quién sabe?

Abrazo desde la mitad del mundo, hasta la final del mismo*

Un abrazo Maíz.