Jack Spicer: Billy the Kid

Jack Spicer: Billy the Kid

Billy The Kid, Doc Holliday, Jesse James y Charlie Bowdrie en 1879.

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                                                                     kid......


I

La radio que me habló sobre la muerte de Billy el Chico.
(Y el día, un ardiente día de verano, con aves en el cielo)
Inventemos una frontera -un poema que alguno podría
ocultar con el pelotón del sheriff persiguiéndolo- mil
millas de ella si es necesario que él recorra mil
millas-un poema sin esquinas ásperas, sin casas donde
perderse, ninguna cincha de magia ordinaria, ningún judio
de Nueva York vendedor de pijamas amatista, solo un lugar
donde Billy el Chico pueda ocultarse cuando mata a gente.
Jardines de tortura y escénicos ferrocarriles. La radio
que me habló sobre la muerte de Billy el Chico.
El día un ardiente día de verano. Los polvorientos caminos
en el verano. Caminos yendo a alguna parte. Casi puedes
ver adónde van más allá de la oscura púrpura del
horizonte. Ni siquiera los pájaros saben adónde van.
El poema. En toda aquella distancia quién podía reconocer su rostro.

II

Un rocío de hoja dorada luciendo como flores del infierno
Un liso pedazo de papel de envolver, ya arrugado, pero
arrugado de nuevo por la mano, puesto en forma por una
plancha eléctrica.
Una pintura
Que me habló sobre la muerte de Billy el Chico.
Collage una continua ligazón
De lo real
Donde llanos colores
Nos dicen que los héroes
realmente vienen.
No, no es un collage. Las flores del infierno
Caen desde las manos de los héroes
caen de todas nuestras manos
achatadas
Como si nunca fuéramos completamente capaces de abarcarlas.
Su arma
no disparaba balas reales
su muerte
Ya consumada no es importante
Con aquellos llanos colores
No un collage
Una continua ligazón, un
Recuerdo.

III

Nada había en la orilla del río
Exepto pasto seco y capullos de algodón.
"Alías," Le Dije. "Alías,
Alguien hace allí que deseemos beber el río
Alguien quiere darnos sed".
"Chico," dijo. "Ningún río
Quiere atrapar hombres. No hay malicia en él. Trata
De entender".
Nos quedamos parados allí junto al riacho y Alias
se quitó la camisa y me quité la camisa
Nunca fui real. Alias nunca fue real.
O ese enorme algodonero sobre la tierra.
O el pequeño río.

IV

Lo que quiero decir es que
Yo
Te hablaré del dolor
Era un prolongado dolor
Casi tan ancho como una cortina
Pero prolongado
Como las grandes afueras.
Estig-
mata
Tres agujeros de bala en la ingle
Uno en la cabeza
danzando
Justo debajo de la ceja izquierda
Lo que quiero decir es que yo
Te hablaré sobre su
Dolor.

V

Billy el Chico en un campo de álamos con sólo un toque de luz de luna
Su sombra cuidadosamente
diferenciada de todas las otras sombras
Delicada
como es la percepción
Ninguno obtendrá su arma o bloqueará
Sus sombras.

VI

El arma
Una pista falsa
Nada puede matar a
Nadie
Ni un poema o un pene gordo. Bang,
Bang, bang. Una falsa
Pista
Ni la inmortalidad siquiera (aunque por qué me hallaría la
inmortalidad con alguien que era tan mortal como
Billy el Chico o su arma que ahora está herrumbrada en
algún montón de basura o apropiadamente brillosa en algún
museo de Nueva York) Una
Falsa pista
Nada
Puede matar a nadie. Tu arma, Billy,
Y tu fresco
Rostro.

VII
Los saltamontes pululan por el desierto.
Dentro del desierto
Sólo hay saltamontes.
Señora
De Guadalupe
Aclara mi vista
Purifica mi aliento
Haz más fuerte mi fuerte brazo y firmes mis dedos.
Señora de Guadalupe, amante
de muchos hazme
Vengarlos.

VIII

De regreso en la poesía Nuestra Señora
Observa cada movimiento cuando los jugadores toman las cartas
Del mazo.
El diez de diamantes. El Jack de Espadas. La Reina
De Bastos. El Rey de Corazones. El As
que Dios nos dio cuando nos puso en vida escribiendo poesía para
gente confiada o para matarla con armas.
Nuestra Señora
Se yergue como una especie de danzarina compañera para la memoria.
Bailarás, Nuestra Señora,
Muerta e inesperada?
Billy quiere bailar
Billy
Te volará los tacos a tiros si no bailas
Billy
Estando muerto también quiere
Diversión.

IX

Así se quiebra el corazón
En pequeñas sombras
Casi tan casuales
Que son insignificantes
Como el diamante
Que tiene en su centro un diamante
O una roca
Roca.
Teniendo miedo
El amor formula su desnuda pregunta-
No puedo recordar más
Lo que me trajo aquí
El hueso responde al hueso en el brazo
O la sombra ve a la sombra-
Guardianes de la muerte tripulamos el bote
Como alguien en canoa
Por un pequeño lago
Donde en cualquier extremo
No hay sino ramos de pino-
Guardianes de la muerte tripulamos el bote
Con el corazón roto o el cuerpo roto
La elección es real. El diamante. Yo
Lo pido.

X

Billy the Kid
Te quiero
Billy the Kid
Respaldo lo que digas
Y allí estaba el desierto
Y la boca del río
Billy the Kid
(A pesar de las noticias de tu muerte)
Hay miel en la ingle
Billy

Traducción: Miguel Grinberg


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