Lawrence Ferlinghetti: La calle larga

Lawrence Ferlinghetti: La calle larga


LA CALLE LARGA

Esta calle larga
que es la calle del mundo
pasa a través del mundo
llena con toda la gente del mundo
para no mencionar todas las voces
de toda la gente
que alguna vez existió
Amantes llorones
dormilones y vírgenes
vendedores de fideos y hombres-sandwich
lecheros y oradores
banqueros deshuesados
inquietas amas de casa
enfundadas en nylons snob
desiertos de hombres de publicidad
manadas de chicas de escuela secundaria
multitudes de colegiales
todos hablando y hablando
o mirando por las ventanas
para ver lo que pasa
en el mundo
donde todo pasa
tarde o temprano
si es que realmente pasa
Y la larga calle
que es la calle más larga del mundo
pero que no es tan larga
como parece
pasa a través
de todas las ciudades y de todas las escenas
por todas las bocacalles
todos los boulevards
todas las esquinas
a través de luces rojas y de luces verdes
ciudades a la luz del sol
continentes en la lluvia
hambrientos Hong Kongs
Tuscalusas incultivables
Oaklands del alma
Dublins de la imaginación
Y la larga calle
rueda
como un enorme tren chu-chu
trepidando alrededor del mundo
con sus gritones pasajeros
y bebés y canastas de picnics
y gatos y perros
todos ellos preguntándose
quién es
el de la cabina allí adelante
manejando el tren
si es que hay alguien
el tren que corre alrededor del mundo
como un mundo rodando
todos ellos preguntándose
que es lo que pasa
si es que pasa algo
y algunos de ellos se asoman
y miran hacia delante
y tratan de ver al conductor
en su cabina de un solo ojo
tratan de verlo
de ver su cara
de agarrar su ojo
mientras se arremolinan en una curva
pero nunca lo consiguen
a pesar que de vez en cuando
parece que lo van
a lograr
Y la calle continúa rodando
el tren continúa rugiendo
con sus ventanas alcanzando
las ventanas
de todos los edificios
en todas las ciudades del mundo
rugiendo
a través de la luz del mundo
a través de la noche del mundo
con linternas en las esquinas
luces perdidas prendiéndose
multitudes en carnaval
circos de los bosques nocturnos
casas de putas y parlamentos
fuentes olvidadas
puertas de sótanos y puertas desencontradas
figuras a la luz de la lámpara
mientras el mundo continúa rodando
Pero ahora llegamos
a la parte solitaria de la calle
la parte de la calle
que atraviesa
la región solitaria del mundo
y éste no es el lugar
para que cambies de tren
Este no es el lugar
para que hagas nada
Esta es la parte del mundo
donde no pasa nada
donde nadie hace nada
donde no hay nadie
nadie
excepto tú
ni siquiera un espejo
para hacerte doble
ni un alma
excepto la tuya
tal vez
y aún eso
no está
tal vez
o no es tuya
tal vez
porque ahora te llaman
muerto
has llegado a tu estación
Desciende

5 comentarios:

Anónimo dijo...
11:05
 

Ingenieros recomendaba el suicidio al cumplir los 30 años.
Punta del Este está plagada de muertos-vivos. Se muestran tanto en la penunbra como al sol. George Romero, allí, podría mechar neorralismo.
Los que nacen se traicionan a sí mismas cuidando sus vidas como si sirvieran de algo.

¿Cómo volver por un instante
al territorio feroz de la infancia
donde un viejo con cara de sapo
lanza palomas al paso del tren?
H.V.M.



hugo

Anónimo dijo...
20:58
 

Los antiguos cuando querían regresos serios. Hacia Eso, sacrificaban sus seres más queridos.
Los modernos trasuntan lo inmediato al rojo vivo, primando la mariconería melancólica ("¡Ay, tengo sida!" "Voy a montar a Jacinto benavente", etc.)
El villero bonaerense abrevia, y baja a los viajeros a balazos. Es inmediato y mitológico (poesía epidérmica).

Las referencias vampíricas de Mujica Lainez son secretamente reveladoras para aquellos que equivocamos todo. El hombre coleccionaba grimorios y, por 1975 vendió uno en 800 dólares porque necesitaba plata. Supongo que en su biblioteca debe de haber quedado o estado, alguna cosmetología incunable. Su snobismo preferido a fines de los sesenta alrededor del Di Tella, era: "Cuida tu belleza porque se pierde fácilmente".
Brujería de bañar, acicalar, perfumar al cerdo.

O sea, el maestro está por morir o ya murió (bataholas ajedrecísticas siembran los parques de muerte). El maestro aún es materia, materia que apunta a convertirse en caspa volátil. Acusa que se está quedando ciego y que para reconocer fantasmas necesita enfrentarlos cara a cara: "Acerquense".
Esquivando el micrófono, su voz de siempre dijo anti bla-blas: "Les pido desde mi edad que por favor se dejen de joder. Basta de líderes, basta de papás. Háganse cargo de la situación... ¡Por favor!".
Hubo jazz, sarao, a su lado estaba su joven esposa y él, desconcertado como un fogonazo.
Te amo, Mario Trejo.

Yoel.