En los Canallas del 43 en mitad de la 35

En los Canallas del 43 en mitad de la 35


Yo se le dije en broma. Lo juro: "Las canciones románticas terminarán con nuestro amor". Se lo dije riéndome. Ella también río de buena gana. Todos los viernes la pasábamos en el karaoke del Canalla del 43. Y siempre era lo mismo. A ella le encantaban las canciones románticas. Siempre eran las mismas canciones. La 22, la 28, la 35 y la 47. Jeanette, Roberto Carlos, Julio Iglesias y José José. Andrea era la mejor. Ella lo sabía. Se preparaba. El lunes elegía su atuendo. El martes los zapatos. El miércoles el collar. El jueves ensayaba. El viernes el peinado. Siempre al partir para el karaoke, Andrea se tomaba tres medidas de ginebra. Ella decía que la ginebra actuaba en dos frentes. Le aclaraba la voz y la desinhibía. Y aquel viernes 23 de enero a las 23 horas, estábamos allí. La 22 fue genial. En la 28 el local se vino abajo. El dueño le trajo un trago de atención del local. En mitad de la 35 cayó desplomada. El doctor del pueblo dijo que fue un ataque masivo al corazón. De esto hace un año. Ayer fui con un grupo de amigos a visitar su tumba. El petiso Iturriaga había terminado el trabajo que le encomendé. Una placa de bronce: "Las canciones románticas terminaron con nuestro amor".

2 comentarios:

Que miedo!!! Por eso yo no voy a los karaokes... siempre hay gente que le pone mas pino del debido. Yo he salido de esos lugares con sendos retorcijones (se escribe asi?). No me sorprende que fallezca alguien despues de eso. Que mala que te haya tocado a ti.Hugo... solo puedo decirte... ¡RESIGNACION, cristiano de dios!

Nunca se como expresarme ante estas situaciones. Uno dice "mi sentido pésame" y suena a hablar por compromiso.
En fin, aquí hubo recién un montón de muerte. Lanata ante el deceso de Peña, dijo: "La muerte es una cagada. Me cago en la reputamadre que lo parió"
Así es Hugo. La petisa ya no está. Que se vaya a la reputamadre que la parió. En cuanto a la placa de bronce, no se el grosor de la misma, pero el bronce es un metal valioso que vale más por su peso que por lo que se inscribe en él.
Resignación mano.
Por mi lado cada vez construyo más Natales en mi imaginación.
Si los ventrílocuos me dejan, haré un pesebre llamado "Puerto Natales" con almacén al mar y tempestad.