Una hermosa noche la de anoche
En la noche de anoche. Todo iba perfecto. Una hermosa noche la de anoche. Poesía y un recuento de anécdotas variadas. Estábamos incomprensiblemente contentos. Una noche entre amigos. Pasábamos del cine negro, al fútbol y al inevitable tema de las mujeres. Todo a una velocidad de un Lamborghini. Brindábamos. Luego aparecían en nuestras charlas, filósofos, músicos y las necesarias citas de Woddy Allen. Recité un poema de Leopoldo María Panero. La mejor música del Mundo sonando. Cerveza, vino y ron. Hasta que llegó el momento que tenía que llegar. La anunciada visita de Claudio. Se produjo. Lo esperaba. Después de las presentaciones de rigor, seguimos en la misma tesitura. La charla animada y la música sonando. Hasta que llegó el momento, que también, tenía que llegar. Fue cuando Claudio preguntó al que tenía a su derecha "Tú a qué te dedicas". Claudio, Magister en algo complicado, que ahora no recuerdo. Le preguntó al que tenía a su derecha. A Simón. A qué se dedicaba. El que tenía su derecha, Simón, le dijo que era mecánico. Luego le preguntó a Leandro lo mismo. Leandro le respondió que era chofer de taxi. Antes que le preguntara a Ernesto, éste le dijo que trabajaba en la construcción. El encuentro siguió su cauce normal. Hasta las cinco de la mañana. Verdaderamente lo pasamos bien. Muy bien. Todo perfecto, Una hermosa noche la de anoche. Nos despedimos de besos y abrazos. Por la tarde me llama Claudio. Mientras atiendo el almacén. Me llama Claudio. Me da las gracias por la noche de anoche. Me dice que eleve la puntería. Que debo ser más selectivo con mis amigos. Le corto. Vuelvo al almacén.
2 comentarios:
14:01
La próxima noche que invites a Claudio, llévale a Bukowski y se lo sientas a la derecha; a Ginsberg a la izquierda y en el asiento de atrás, le instalas al Marqués de Sade... a ver cómo le queda el botaguiso a Claudio; no sé, digo yo...
13:03
rio a carcajadas, hugo, un abrazo! n.
Publicar un comentario