Venecia

Venecia

Ya te lo he dicho antes le digo. Si es tu deseo que me convierta en payaso o en lo que tú quieras, lo puedo hacer. Claro que sí. Que lo puedo hacer. ¿Quieres que arañe las piedras y me incinere un domingo en la madrugada? Dices que te regale flores. Que por qué no chocolates. Que hemos ahorrado lo suficiente y que Venecia podría ser nuestro próximo destino. Que eres una mujer y que necesitas atención. Que necesitas atención. Que cómo no me doy cuenta. Todos los hombres somos unos perfectos animales. Eso dices. Que los hombres aún estamos en las catacumbas. En el neolítico. Que no entendemos a las mujeres. Que nunca la entenderemos. Que evidentemente vamos a contramano de la historia. Que todo ha cambiado, menos los putos hombres. Seres de mierda que lo único que hacen medianamente bien es correr detrás de una pelota. Me dices que haga memoria y que recuerde la última vez que te regalé un "Buenos días mi amor". Hago memoria y la verdad que nunca le dije: "Buenos días mi amor". Pero en mi memoria tampoco tengo registrado que ella me lo haya dicho. Le digo que se de vuelta. Que duerma. Que deje de hablar pelotudeces. Que mañana será otro día en Puerto Natales. Se da vuelta y se tira un pedo. Yo pienso que jamás iré con ella a Venecia.

11 comentarios:

Hugo, gracias por el pedo de la dama adormecida. Broche de oro para
semejante brochazo literario.
El pedo, el cuesco, el gas, el viento, la explosividad anal expresiva, siempre es síntesis y sabiduría. Toda acumulación de desenfrenos intelectuales llega a buen término cuando se impone el pedo justo de buen esfínter temblador, sobretodo si lo produce una mujer hermosa.
Los grandes coprófagos de la cultura universal enloquecen ante los pedos húmedos y apestosos de niñas hermosas.
¡Qué Venecia ni qué ocho cuartos!
Venecia es un plastrón de cadáveres y mierda que cubre las aguas de los románticos paseos.
Dale más porotos a Irene. Frijol y ajo a la niña, y a disfrutar de la expresividad dese culo en ese dormitorio, donde Jarry sabría construir un universo.
La felicidad es simple y austera. Un buen concierto de vientos, un buen contrapunto de culos a la noche, es demasiado, es bastante.
¡Felicidades!

Julepina creyó enello.
Tanto se convenció de que sus pedos eran jugosa ambrosía, enervante afrodisíaco, que se cagó a regacincha en la faz de su marido esperando avivar el pájaro de sus deseos. Tanto fue el marimbeo, quel marido pudríose de tanta mierda, y la mató.

regacinchismo dijo...
12:29
 

trágica, escabrosa e injusta la historia de julepina.
qué amargo sabor me deja.
una nueva mártir de los femicidas.

Soy de méxico y hace tiempo que leí por primera vez tu blog y desde eso ocasionalmente lo leo. Me gustan varios de tus cuentos, tienen un estilo muy propio.

Eres de argentina por lo que entiendo no?

Saludos y sigue así

n. dijo...
18:02
 

hola hugo: avisa si vienes a "Desencierro", un saludo!


n.

Gracias Yoel, has entendido perfectamente el Post. Eso seguro. Nos debemos una charla en el Chat de Gmail. Carlos, yo también, de verdad te digo, leo Hojas en el cenicero. Podría pasar por argentino, chileno o dominicano. Por nórdico jamás. Pero bueno, soy chileno con acento argentino y padre desconocido. No es recomendable conseguir empleo con estos datos, pero bueno, es lo que hay. Un abrazo Carlos. Poeta n. Lamento no poder ir a Punta Arenas al "Desencierro", ya hablé con Juan y le pedí disculpas. Un abrazo Poeta.

Hugo un abrazo!
El jaime de Palabras donde corre el viento.

Muy buenos tus escritos.
Tengo que ir a verte un dia de estos... está pendiente la visita.

Mientras visitame en mi blog a ver que te parece vale?

http://eltuertoesapolo.blogspot.com/

Saludos y lastima que no vengas a "desencierro", podriamos habernos visto.

Hola Jaime Te voy a contar la verdad. No puedo ir por una cuestión de fixture. Que el miércoles me toca con una rumana. Pero sí que te espero. Salvo catástrofe, siempre habrá un vaso de vino sobre la mesa y el viento golpeando las ramas. Un abrazo.

Es increíble, querido 'provocateur', cómo logras que tus lectores te escriban comentarios que enriquecen las historias; ahora yo te leo (con gran placer) y me voy rápidamente a leer los comentarios.
Estoy de acuerdo que a la peorra hay que dejarla en Natales, nomás. Además, Venecia es una pura postal turística donde las chalupas esas cobran más de 50 dólares por cruzar de una calle a otra, con el agravante de tener que escuchar a esos gondolieris que cantan con odio y se creen italianos.
Ojo: las rumanas también son peorras...

Hola Alejandro, ¿No vienes para Febrero? Eso me dijeron. Ya te voy a contar, en serio, sobre uno de tus actores, que anda con gafas oscuras y gorro boliviano, ya cansado de firmar autógrafos. Eso creo. Me lo contó Jorge, del bar Alhambra. Un abrazo querido Alejandro.

Hola... no, no goy en febrero (estoy trabajando) pero sí en julio. Estoy en lo del nuevo guión (eso me gustaría discutirlo con vos también); pensamos incluir varios de tus cuentos!!!
Un gran saludo. Ojalá sea cierto eso de los autógrafos... no me imagino quién puede ser ¿Cachaera?