L discurso del Premio Nobel de la Paz y las posteriores celebraciones del juvenil pueblo estadounidense, no hablo de ¡Haz el amor y no la guerra! Sino por el contrario, festinando la muerte de Osama Bin Laden, influyó no solo en la economía, un volátil aumento reflejó de inmediato la depreciada moneda yanqui que duró poco más que un suspiro; sino que también, y esto pareciera ser que será permanente, se producirá una modificación de los currículos de las cátedras de Derecho. Por una parte la Unión Europea, cuna del pensamiento legal de Occidente, buscará homogeneizar la enseñanza del Derecho en sus tradicionales universidades, iniciándose ya en las de Bolonia y la Sorbona, desechando de plano todo lo que huela a Tratado de la Corte Penal Internacional, si bien dicho documento el Tío Sam no lo firmó, no está por ello vulnerándolo, qué objeto tiene para los firmantes estudiarlo y menos llamar a respetarlo.

En las escuelas de Derecho del hemisferio Sur, pareciera ser que ocurrirá algo similar, en principio el Consejo de Rectores de las universidades chilenas, para no quedar atrás y en su afán de modernizar la enseñanza de las leyes, para actualizarla a un mundo globalizado, buscará descomprimir el de por sí abultado programa de estudios de los futuros abogados. Para fortuna de los sesudos y cansados estudiantes de leyes, eliminará la cátedra de Derecho Internacional, que hoy por hoy suena más a un anacronismo. Los decanos más creativos incluso, hablan de que hay ir un paso más allá y ser la punta de lanza en la formación de los nuevos abogados, ya que la acción armada de Yankilandia en Pakistán, debería retrotraer las garantías y derechos individuales fundamentales a su estado natural, es decir al añorado sistema inquisitivo escritural.

Lo que ya es un hecho es que las Escuelas Norteamericanas de Derecho, aunque muchos pretendan olvidarlo, han tenido clarito desde siempre el concepto de soberanía y por ello el cine europeo no le llega ni a los talones al hollywoodense.

¿Qué hubiera pasado -pregunta mi amigo abogado Jaime Obando- si los SEAL hubieran capturado a Bin Laden en la Cueva del Milodón?
- No pasaría nada, apenas un resoplido de nariz en el despacho del Secretario General de la OEA, el Tanque José Miguel Insulza.