De Capa y Espada
Por Jorge Díaz Bustamante
Y
asi… Había un hombre al que lo picó una araña y adquirió esos poderes. Se podía tirar al vacío desde un quinto piso y no le pasaba nada. Uno tenía el cuerpo como de hierro, era muy cascarudo, nada le podía hacer daño. Otro tenía la capacidad de hacerse invisible. Eran todos seres fantásticos. Estaba el gaucho "Hilacha" ¡ese era bakan! Tenía un caballo con alas y revoleaba el rebenque lo que es un gusto. Había otro que podía tomar vino, mucho vino. ¡Se agarraba cada curda! Dime ¿pá que chucha te sirve ese superpoder?, pero lo pasaba bien el huevón, siempre estaba feliz. Otro se transformaba en fuego…
Y había un chileno, ese era el malo, el villano de la novela. Tenía que luchar con esa cáfila de seres extraordinarios… Y así, sigue…
Y había un chileno, ese era el malo, el villano de la novela. Tenía que luchar con esa cáfila de seres extraordinarios… Y así, sigue…
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