Seis consejos a jóvenes escritores
Si tienes el irremediable impulso por la escritura. Si sientes que en eso se te va la vida. Si todo el puto día recomienzas con el Word en blanco y te apellidas Hemingway, Carver o Auster. Abandona. Te puedes dedicar al surf, al bowling o a vivir de los derechos de autor de tu padre. El surf es importante. El bowling es importante. Los derechos de autor de tu padre son muy importantes.
Si tienes una tía llamada Samanta y no consigues hilvanar un verso de nada. Si la tía está como para darle y hacerla pedazos. Si se te presenta cimbreante, cautivante y decadente, te la follas y te dejas de tonterías con tus poemas cimbreantes, cautivantes y decadentes. Ten presente que siempre es más importante un coño que tus poemas.
Si has abandonado todo por la Literatura. El quinto año de Derecho. La casa de tus padres. La beca Fulbright por tu potencial de liderazgo. El amor de la chica más linda del lugar, entonces eres un soberano pelotudo y nunca llegarás a nada con la literatura. Ni en esta vida ni en la otra.
Quieres innovar y ser reconocido. Por lo tanto escribes una novela en donde hay 120.674.876 personajes que entran y salen diciendo ¡Hola! Creyendo que aquello te llevará directamente al Nobel. Entonces deberías rever tu postura. Posiblemente necesitas la ayuda de un especialista. Un especialista que te aplique un electroshock y algo más. La Literatura no es lo tuyo. Cálmate. Todo va a ir bien. Ya todo pasará. Ya verás. Solo un ladrillo en la pared.
Escribes las diferencias y similitudes entre Dostoievski y tú. Luego lo publicas en Facebook y Twitter. Nadie responde. Solo tu madre que te dice yo también te quiero. Será necesario entonces que recapacites. Tu trabajo en la oficina del ministerio o pasar como loco de atar. Pero como eres obtuso igualmente publicas 100 maneras de ganar la Lotería y la ludopatía desesperada de Dostoievski. Esos títulos largos colombianos tan bonitos. Vuelve al ministerio y no salgas de allí nunca más en tu vida. Escribe 100 veces No debo escribir nunca más. Luego 100 veces más. Y así.
Abriste un blog y comenzaste contando la historia de tu vida. Tu familia. Tus vacaciones. Tu perro. Todo el proceso del embarazo de tu mujer. Tu primer hijo. Las vacaciones en tal lugar. Luego derivaste a un relato corto en donde escribías sobre las dificultades que tuviste en tal restaurante. Luego quieres publicar un libro sobre aquello. No lo hagas, de seguro que será un bodrio. El que ganará será el editor por un libro escrito por el autor. Sigue con tu vida. El embarazo de tu mujer, tus vacaciones y tu perro. Mantente lejos de una máquina de escribir. Dedícate a regar tu jardín.
10 comentarios:
06:12
Buenos consejos, si los aspirantes a escritores los siguieran, nos evitarían la mala literatura
Saludos
11:30
No sé, pero siento que me dio unas ganas (a nivel orgasmo) de empezar a regar mi jardín.
Saludos
-JR-
18:59
a la final ni si quiera los escritores pueden escribirse a sí mismos
glorioso post
*
16:30
te compro la parte de la tia creo que en esos casos los versos pueden (deben)esperar ,siempre hay que hacer la vida de uno un verdadero poema y decir a veces , ¡ah que mierd...!
02:06
Tio, el que debería dedicarse a regar su jardín es otro... y no tanto el lector. De verdad, de corazón, baja este deslucido intento de texto (¿humoristico?) claramente copiado del Gran Hank y adaptado a la era del face y el twitter, creyendo que eso era suficiente para conectar un buen hit. No sé que les pasa a estos cuatro pelagatos de arriba que te celebran la mezquindad. Deja trabajar en paz al resto y haz un tanto en lo tuyo, que bastante falta te hace.
Pos: Estoy anónimo por no tener cuenta en google, pero no más me dices y doy la cara.
02:08
Claro, tienes la moderación de comentarios, aunque dije cosas que seguro no iran con tu vanidad de escritor, fuí respetuoso a la hora de hacerlo, pero creo que no querrás que nadie lea eso. saludos, sigue intentando, tu esfuerzo balancea tu falta de talento.
15:46
Más atrás de hank, digamos rilke.
la gilada piensa que la poesia empieza con bukowski y el cine con jarmusch, pero es más atrás la cosa.
Como decía Ho chi min, si tu literatura no provoca nada, aceptación o repugnancia, lo que sea, no es literatura.
abrazo hugo
n.
17:19
La moderación de comentarios nos ahorra leer las insensateces de los palurdos. Buena idea.
20:32
Muy buenos consejos, y si con esto lograste desanimar a un par de cientos de chicos adultos y viejos, te felicito, la literatura no era para ellos, dejaste a los que ni con tu hermosa blasfemia se quieren rendir, muy benos consejos.
16:16
Que desagradable el anónimo ese, tan pretendídamente sabihondo, sólo rezuma envidia. Y si era tan aniñado porqué no firmó su comentario, excusas de google, patrañas, yo no tengo miedo, yo firmo mi comentario.
Atanacio Estragado
Isla Mocha
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