22 detrás de una pelota

22 detrás de una pelota



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ientras miraba un partido del Fenerbahce contra Barcelona, le escuché decir a mi ex, esta frase: "No sé que gracia le ven mirar fútbol cuando son 22 tipos corriendo detrás de una pelota". En esta frase simplona y ramplona se esconde la soberbia supina de la ignorancia. Es difícil encontrar un espectáculo superior al fútbol en casi todas las artes. Allí vemos tal como tan bien lo diseñara Alejandro Dolina, toda la comedia humana. Está el cobarde que siempre arruga, que se apaga en los momentos difíciles. El muchachito que salva el partido en el último minuto. El arquero que pasa de héroe a villano en fracciones de segundo. El centro delantero aprovechador que hace que trabajen los otros y que en forma fortuita le rebota la pelota y gana el campeonato, luego aparece en la tapa de todos los periódicos y a sus compañeros ni lo nombran. El egoísta que siempre hace una de más, que nunca la entrega y generalmente pierde el balón. El dadivoso que generalmente trabaja para todo el equipo sin esperar nada a cambio. El defensa que para las andanadas del adversario y se mantiene incólume defendiendo su valla. El altruista que siempre se sacrifica por todo el terreno de juego. El que posee la magia y es distinto al resto, que es único y saca palomas de su galera. El pusilánime acomodaticio que le hecha la culpa al terreno de juego, a la lluvia y al árbitro. El bondadoso que prestamente socorre a un compañero e incluso a un adversario a incorporarse sobre el terreno de juego. El violento que cada vez que aparece un bulto sobre su punto de mira va y lo voltea sin miramiento. El caudillo que lleva al equipo sobre sus hombros y dirige a sus compañeros con instrucciones precisas. El generoso que ubica al jugador mejor perfilado y le da el pase gol que bien podría haberlo hecho él. El que renuncia a jugar bonito y mete la pierna cuando las cosas no están para bollos. El triste que deambula por todo el contorno de la cancha como si estuviera en trance, generalmente será sacado por el entrenador o por la hinchada. El farrero que siempre hace una de más y se pierde todas las oportunidades del juego. El simplón que juega como quien va a trabajar a una oficina de gobierno. La traición está ejemplificada en el tipo que no socorre, no acompaña, no ayuda y juega con desgano. En fin, vemos pasar ante nuestros ojos en ese gran espectáculo que es el fútbol, como bien lo dijimos, toda la comedia humana. Toda la gran estupidez humana. Toda la inconmensurable capacidad que tiene el ser humano de reír y llorar, de vivir en este pequeño mundo nuestro.

Será por todo aquello que alguna vez la poeta Marcela Muñoz Molina me preguntó: Dime Hugo a ti que te gusta el fútbol ¿yo en qué puesto de la vida juego, soy arquera, defensa, volante o delantera?

Y para terminar lo haré con una frase que dijo Albert Camus quien jugaba de arquero allá en Argel: "Todo lo que soy en la vida se lo debo al fútbol".



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5 comentarios:

E dijo...
04:14
 

A mi mente, un cuento Bolaño y un jugador con habilidá mística y soprendente pa'l balonpié. Aunque en mi caso nada que decir sobre fútbol, soy de las que ve el Mundial por presión social y hace preguntas como: Qué chucha es un offside? o no te parece que la cancha es más grande que la del mundial del 98?

bueno, ahora me siento mejor por haber pasado una hora en un bar para mirar el partido de chile (mediocre) y haber traicionado un año sin mirar television.

ya, pos, Na'a más compipas, calzense los chuteadores, afirmensen la cadena di oro, apliquenle el producto pal pelo o el cintillo y revisemos las frases más pulentas de "la actividad" :


- Primero que nada, un saludo a todos los señores televisores ( Juan Carlos Letelier en un entrevista para la tele en los 80s).

- Cuando un equipo anda bien, no anda mal; y viceversa (Mariano Puyol).

- No tengo por qué estar de acuerdo con lo que pienso (Carlos Caszely).

- Estoy muy emocionado porque no todos los días se viaja a Europa (Frank Lobos, cuando lo entrevistaron por una gira de La Sub-20 a Estados Unidos).

- Vimos unas luces rojas, creíamos que pasaba algo malo y por eso entramos (Jaime "Pajarito" Valdés al ser sorprendido dentro de un sauna puteril).

- Contento por mi debut, lo hice bien y por suerte pude lesionar a Francescoli (Luis "huaso" o "Chiki" Chavarría en primer partido por la selección rumbo a Francia 98).

- ¿Cuándo te fuiste al Milán te pagaban mucho o poco?" - No, ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario (Claudio Borghi).

- Bueno, siempre va a ser complicado jugar a más de 2.000 kilómetros de altura (Manuel López, de Puerto Montt, en vísperas de un partido ante Cobreloa en Calama).

- Francisco, excelente partido. Felicitaciones por sus goles. Pero, dígame como esta su pierna?
- Sí, mi pierna está bien, en la casa, cuidando a mis hijos, y le quisiera mandar un saludo, que la quiero mucho y que me espere con algo rico (Francisco Huaquipán al ser consultado por una lesión).

Ayer, un hombre en la librería me habló de Maradona. El hombre gastó 500 pesos en libros (un poco más de 100 dólares -un diccionario filosófico y un atlas histórico-). Me miró a los ojos con la mirada del desesperado que a visto mucho. Copado con la energía universal, dijo que Van Gogh la pintó en sus girasoles y cielos concéntricos. Habló de chamanes y desesperanzas momentáneas. Antes de irse dijo que era indigente y que como la ropa se la daban, la dormida y la comida también, la plata la usaba para enterarse de cuestiones que le interesaban.
A Maradona lo consiredaba tanto como a Van Gogh. Dijo: "Maradona es muy bruto. La civilazión no le llegó. Por eso se sintoniza como se sintoniza con una pelota. El universo es una pelota. Las líneas rectas son una vanidad humana".

Universal deporte, no se puede decir mejor, Hugo.